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Carta 147

Teresa de Ávila

Website "muy peculiar" del mundo teresiano

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    teresiano
11 noviembre 1576 (Toledo)
Al padre Jerónimo Gracián

Ha recibido carta de Gracián, «aunque corta». Más cartas: de Gracián a Mariano, remitidas a ella desde Madrid; de las carmelitas de Sevilla, cartas extensas y noticieras, «que me es esto gran regalo»; memoriales y cartas de Medina, con un proyecto de doña Elena Quiroga, aprobado por Baltasar Alvarez y «muy pensado y platicado» por la Santa. — Responde gozosa y efusiva: «mas qué boba estoy, y cómo se estará riendo mi padre (el destinatario) cuando lea ésta» (3). — Uso escaso del léxico cifrado.

1. Jesús. — La gracia del Espíritu Santo sea con vuestra paternidad, mi padre. La semana pasada, que fue en la octava de Todos Santos, escribí a vuestra paternidad lo que me había holgado con su carta, que es la postrera que he recibido, aunque corta. De que me dice escribe a Roma, plega a Dios se cuaje, no haya otros pareceres1.
2. También decía a vuestra paternidad lo mucho que me había holgado con las cartas que me envió el padre Mariano2 (que se las envié a pedir), que le ha escrito vuestra paternidad. Es una historia que me hizo alabar mucho a Dios. Yo no sé adónde tiene cabeza para tanta trapaza e ingenio. Bendito sea el que le da, que bien parece obra suya. Por eso ande vuestra paternidad siempre con cuidado de pensar la merced que le hace Dios y poco confiado de sí; que yo le digo que el estarlo tanto el Buenaventura3, pareciéndole todo fácil (que me dejó espantada cuando lo oí), que no le ha hecho ningún provecho.
3. Quiere este gran Dios de Israel ser alabado en sus criaturas, y así hemos menester lo que vuestra paternidad trae delante, que es su honra y gloria, y hacer cuantas diligencias pudiésemos, por no querer ninguna nosotros, que Su Majestad, si le estuviere bien, tendrá ese cuidado, que lo que a nosotros está bien es que se entienda nuestra bajeza y que en ella se engrandezca su grandeza. Mas ¡qué boba estoy, y cómo se estará riendo mi padre cuando lea ésta! Dios las perdone a esas mariposas 4que tan a su consuelo gozan lo que yo ahí gocé con tanto trabajo. La envidia no se puede excusar, mas harto gozo es para mí la industria que le ha dado para que tenga algún alivio Pablo y tan sin nota.
4. Ya le escribí hartos consejos bobos. Para vengarse de mí había de dejar de darme el alivio que tengo de que pueda tener alguno, pues tiene tanta necesidad y tan gran trabajo. Mas más virtud tiene mi Pablo5 que eso, y mejor entendida me tiene que antes. Porque no haya ocasiones de faltar eso, pido yo que, si no fuera a ese fin, no sea vuestra paternidad capellán suyo. Esto es así; porque yo le digo que si para no más de eso hubiera pasado todo el trabajo que pasé en esta fundación, lo diera por muy bien pasado, y de nuevo me hace alabar al Señor que me hizo esa merced de que haya ahí cómo resolgar, sin que sea con seglares. Hácenme gran placer esas hermanas 6, y vuestra paternidad merced, en escribirlo ellas tan por menudo —que dicen que vuestra paternidad se lo manda—, que me es esto gran regalo ver que no me olvida.
5. Doña Elena7 juntó la legítima de su hija y lo que ella ha de traer, si entra; y dice la han de tomar a ella y a otras dos monjas y dos freilas, y que después de labrada la casa quede una obra pía como la de Alba. Verdad es que todo lo deja en lo que a vuestra paternidad le pareciere y al padre Baltasar Alvarez8 y a mí. El fue el que me envió esta memoria, que no la quiso responder hasta ver lo que yo decía. Yo tuve harta atención a la voluntad que he visto en vuestra paternidad y así, después de muy pensado y platicado, respondí esto9. Si no le pareciere bien a vuestra paternidad, avíseme; y advierta que, por mi voluntad, las casas que están ya fundadas de pobreza no las querría ver con renta.
Guárdeme Dios a vuestra paternidad.
De vuestra paternidad indigna hija y sierva,
Teresa de Jesús.

1. Congratulación por la decisión de Gracián de escribir al General. La Santa se lo había asegurado al P. Rubeo (c. 102, 7).
2. Mariano de San Benito, descalzo que reside en Madrid.
3. Fray Diego de Buenaventura, visitador de los franciscanos de Andalucía.
4. Carmelitas Descalzas de Sevilla, que gozan de la predicación de Gracián.
5. Gracián (cf. 148, 6).
6. Las carmelitas de Sevilla.
7. Elena de Quiroga, que más tarde se hará carmelita. — Su hija: Jerónima de la Encarnación, profesa en el carmelo de Medina.
8. Jesuita, confesor de la Santa en Avila (1560).
9. Envía a Gracián copia de su respuesta a doña Elena, que no po- seemos.

S.132  E.142  Lf.106  A.II 21  T.88

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Santa Teresa de Jesús

Santa Teresa de Jesús nace en Ávila un 28 de marzo de 1515, siembra nuevos Carmelos por los caminos de España, vive una experiencia mística plena, que luego transmite en múltiples escritos y un nutrido epistolario. Doctrina y magisterio que avalará la Iglesia incluyéndola en el Catálogo de sus Santos y otorgándole, pro vez primera a una mujer, el título de Doctora.

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