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Carta 188

Teresa de Ávila

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    teresiano
1-2 de marzo 1577 (Toledo)
A la M. María de San José

«Mejor estoy harto». «He estado bien mala». De hecho sigue enferma. Con prohibición de escribir de su mano. Hace excepción con madre María: cuatro páginas. Es que ésta le ha enviado «buenas noticias y tantos regalos»: relicarios, una calderica, un pomo, agua de azahar, especias y tacamaca, venidas de América… — De por medio hay además un problema urgente. (La Santa ha evitado el dictarlo a la secretaria.) Una de las descalzas de Paterna exhibe sus gracias o rarezas de oración, con peligro de criticas y quizás de atraer la atención de los inquisidores. La Santa interviene con esta carta, y con otra más dura a la interesada. — Envía además —para el disfrute— la carpeta que contiene todo el episodio del «vejamen».

Para la madre priora de San José de Sevilla.
1. Jesús .— La gracia del Espíritu Santo sea con vuestra reverencia, hija mía. Con tan buenas nuevas y tantos regalos como ahora me envió, razón fuera alargarme mucho, al menos diérame harto contento; sino que, como la escribí ayer, el trabajo de este invierno de cartas ha venido a enflaquecer la cabeza de suerte, que he estado bien mala1. Mejor estoy harto, y, con todo, casi nunca escribo de mi letra, que dicen es menester para sanar del todo.
2. ¡Oh, lo que me holgué con tan lindas cosas como me envió por el administrador! 2, que lo que trabaja en esto de Malagón3 y en cuanto se me ofrece, no lo puede creer. Y no piense que es menester poco para la buena de la obra, que se ofrecen mil cosas con los oficiales. Dile el relicario pequeño. Entrambos están muy lindos, y todavía es mejor el grande, en especial como acá se aderezó, que venía quebrado el viril, como la he escrito4. Echóse uno muy bueno. El pie venía torcido y púsose un molde de hierro. Siempre lo había de hacer así. También le di la jarra, que era la más graciosa que he visto, digo la calderica. ¡No piense que por traer jerguilla es tanto el mal que había de beber en cosa tan buena!5 También le di el pomo como venía. Halo tenido en mucho. Es hombre de autoridad. En fin, desde allá ha ayudado a su casa de Malagón6. El agua de azahar no me dejaban dar, porque le da la vida a la priora y aun a mí me hace provecho, y no lo había. A su madre de la portuguesa7pida un poco en mi nombre y nos lo envíe, por caridad; que con esta condición lo envíe.
3. ¡Oh, qué alegre estoy de que se haya pagado eso de la casa!8
Ver manuscrito
Mas hasta que sea profesa esa monja, aún no nos habíamos de holgar tanto. Verdad es que, cuando no fuese, lo dará Dios por otra parte. Mucho le pidan se sirva de quitarme esto de la cabeza. Allá le envié una relación9de la ocasión que fue, digo de alguna parte, con el correo que se fue hoy.
4.Su manera de oración me contenta mucho. Y el ver que la tiene y que la hace Dios merced, no es falta de humildad, con que entienda que no es suyo, como lo hace; y se da ello a entender cuando la oración es de Dios. Harto le alabo de que vaya tan bien y procuraré dar las albricias que pide. Ruegue a Dios sea yo tal que me oiga.
5.En la de Beatriz10bueno es; mas lo más que pudiere dé de mano a esas cosas en pláticas y en todo. Sepa que va mucho en las prioras. No trató aquí San Jerónimo11de eso, porque luego la atajó la priora12y riñó, y así calló; y ya ve que cuando estuve yo allá tampoco pasaba mucho adelante. No sé si hicimos mal en que saliese de entre nosotras13. Plega a Dios que suceda en bien. [6] ¡Mire, si hallaran el papel14que la priora las otras, qué cosa fuera! Dios le perdone a quien la manda escribir. Nuestro padre15quisiera la escribiera, con rigor en ese caso. Lea esa carta que la escribo, y si le pareciere envíesela. Hácelo en extremo bien en no consentir que hablen con nadie. De Beas me escribe la priora16que solos los pecados tratan con uno, y se confiesan todas, y en media hora; y me dice que así habían de hacer en todos cabos, y andan consoladísimas y con gran amor con la priora, como lo tratan con ella. Podrá vuestra reverencia decir que, pues en este caso tengo alguna experiencia, que para qué
Ver manuscrito
han de buscar los que quizá no tienen tanta, sino escribirme, y en esa tierra conviene más que en ninguna. Y a San Francisco17haga que dé carne a ésa en saliendo cuaresma, y no la deje ayunar.
7.Quisiera saber qué es esto que dice que le hace Dios tanta fuerza, que no se declara. Mire el trabajo andar ahora con esos llantos delante de las otras, y que la vean escribir a cada paso. Procure eso que escribió, y enviármelo; y quítela la esperanza de que ha de tratar con nadie sino con nuestro padre, que la han destruido. Entienda que ahí se entiende aun menos de lo que vuestra reverencia piensa este lenguaje; aunque siendo en confesión y con el padre Acosta< span class="text32">18, no puede venir daño; mas yo sé bien que a ella menos que a nadie conviene. Bien está eso que se manda en Paterna de darles alguna anchura, aunque valiera más no se haber comenzado, sino lo que había de ser; que en estas cosas de reforma, si con voces alcanzan algo, luego les parece así lo han de alcanzar todo. Muy bien hizo en avisarles anduviesen en comunidad.
8.No he dado las cartas ni relicario a la señora doña Luisa19(porque no estaba aquí y vino antier) hasta que aplaquen las visitas. Encomiende a Dios a doña Guiomar20y a ella, que tienen hartos trabajos.
9.Como no escribo de una vez ésta, no sé si me he de olvidar de responder a algo. Esos cerrojos llevan, que como ellos están acá en las rejas del coro y no me parece son menester más pulidos, aunque yo veo que ella no se contentará; mas pase como acá, que no se tienen por más groseras, y mejor es cerrojillos que otra cosa, que yo no entiendo qué cerraduras pide. Los crucifijos se están haciendo; creo costarán a ducado.
10.Todas se le encomiendan, e Isabel21se holgó mucho con los brinquiños y jerga. Dios se lo pague, que yo harto vestida estoy. ¿Piensa que no me pesa de no tener qué la enviar? Sí por cierto. Mas es cosa extraña la esterilidad de este lugar, si no es de membrillos en su tiempo, y harto mejores los hay allá. Con las especias se holgaron mucho, y con la catamaca22. No me dejaron enviarlo —que harto lo quisiera— porque tienen gran necesidad muchas.
Ver manuscrito
11.Ahí van esas respuestas23, que envié a mi hermano a preguntar esa pregunta, y concertaron responder en San José24y que allá lo juzgasen las monjas los que ahí van; y el obispo25hallóse presente y mandó que me lo enviasen que lo juzgase yo, cuando aun para leerlo no estaba la negra cabeza. Muéstrelo al padre prior y a Nicolao26; mas hales de decir lo que pasa, y que no lean la sentencia hasta que vean las respuestas27; y si pudiere, tórnelo a enviar para que gustara nuestro padre (que así hicieron en Avila para que se lo enviase), aunque no sea éste camino del arriero.
12.Esa carta le envío que me escribió mi hermano28(y de esas mercedes que le hace Dios son muchas las que me escribe, ésa hallé a mano), porque creo se holgará, pues le quiere bien. Rómpala luego y quédese con Dios, que no acabaría con ella y háceme mal. Su Majestad me la haga santa.
13.Ahora me dan una carta de nuestro padre escrita desde Málaga, de quince días fecha; mañana los hace. Bueno está, gloria a Dios. Son hoy dos de marzo.
A todos me encomiende, y envíeme a decir de la salud de fray Bartolomé29.
Sierva de vuestra reverencia,
Teresa de Jesús.
14.Agradézcame ir ésta de mi letra, que ni aun para San José de Avila no lo he hecho. Ayer30escribí a vuestra reverencia y a nuestro padre por la vía del correo. Por eso no lo hago ahora.
Ver manuscrito

1. Bien mala, desde la crisis del día 6 (ya casi un mes).
2. Administrador de doña Luisa, Juan Huidobro de Miranda.
3. Está en obras el convento de Malagón. A cargo de doña Luisa y su administrador.
4. Carta 186, 4.
5. En tono humorístico. La Santa, por enfermedad, viste jerguilla menos mortificante que la jerga. (c. 175, 9).
6. Su casa: porque M. María era profesa de Malagón.
7. La portuguesa: Blanca de Jesús María; su madre Leonor de Valera.
8. Cf. c. 186, nota 2.
9. Relación del reciente achaque de salud (ver c. 186, 1).
10. Beatriz de la Madre de Dios, carmelita en Sevilla.
11. Isabel de San Jerónimo, una de las tres que reforman las calzadas de Paterna. Ella y la anterior, algo desequilibradas en sus cosas de oración.
12. Una de las prioras de Isabel de San Jerónimo en Castilla.
13. Que saliese... para ir a Paterna.
14. Uno de los confesores (ineptos) manda a Isabel que escriba sus cosas de oración. Esta extravía uno de esos papeles, que así cae en manos de la priora de Paterna, Isabel de San Francisco.
15. Jerónimo Gracián.
16. Priora de Beas, Ana de Jesús.
17. Isabel de San Francisco, priora de Paterna...: que la obligue a comer carne al terminar la cuaresma.
18. El jesuita de Sevilla Diego de Acosta, hombre de criterio.
19. Doña Luisa de la Cerda.
20. Guiomar Pardo, hija de doña Luisa.
21. Isabelita Dantisco, la hermana de Gracián, que está en el carmelo de Toledo.
22. Catamaca, por tacamaca: resina usada como calmante.
23. Esas respuestas: son las famosas respuestas de fray Juan de la Cruz y compañía, a la consigna divina «búscate en mí», que dieron ocasión al Vejamen (ver la introducción a esta pieza en las Obras de la Santa).
24. San José de Avila.
25. Obispo de Avila, don Alvaro de Mendoza.
26. Prior de Los Remedios (Sevilla), Antonio de Jesús. Y Nicolás Doria.
27. La sentencia es el «Vejamen» de la Santa a las respuestas de los cuatro teólogos (nota 23).
28. Lorenzo de Cepeda.
29. Bartolomé de Jesús, carmelita en Los Remedios.
30. Lo que sigue fue añadido por la Santa por fuera, al lado del sobrescrito.

S.173  E.183  Lf.145  A.I 57  T.228

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Santa Teresa de Jesús

Santa Teresa de Jesús nace en Ávila un 28 de marzo de 1515, siembra nuevos Carmelos por los caminos de España, vive una experiencia mística plena, que luego transmite en múltiples escritos y un nutrido epistolario. Doctrina y magisterio que avalará la Iglesia incluyéndola en el Catálogo de sus Santos y otorgándole, pro vez primera a una mujer, el título de Doctora.

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