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Carta 254

Teresa de Ávila

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    teresiano
9 agosto 1578 (Avila)
Al padre Jerónimo Gracián

Carta en dos tiempos, interrumpida a la mitad por la llegada del notario con el terrible «breve» del nuncio Sega. Es el breve del 23 de julio (MHCT, t. 2, p. 20), que despoja a Gracián de sus poderes.—De Madrid, habían llegado ya noticias confusas, enviadas por Roque de Huerta, a saber: que el 3 de agosto han notificado «el breve». al padre Mariano; que lo notificarán a todos los conventos de la M. Teresa; que Gracián vaya cuanto antes a Madrid: se lo ordena el texto del breve. — Entre tanto, los delegados del Nuncio han buscado a Gracián para intimárselo y exigirle bajo pena de excomunión la entrega de toda su documentación de visitador. El ha esquivado el encuentro; sigue escondido, no se sabe dónde, y ha enviado sus «papeles» al Consejo Real. La Santa teme que caiga preso como fray Juan de la Cruz. — De pronto se presentan con el «breve» en el carmelo de San José. No citan a la Santa sino a la priora. Pero ella comprende velozmente el contenido del documento, que no sólo depone a Gracián sino que lo maltrata con términos duros («infamias», dice ella). — Reanuda la carta, con tono diverso: «no sé cómo tengo pena», n. 7; «me da harta pena», n. 8. Pero reacciona agilísima: presta obediencia al nuncio, consulta a sus letrados de Avila, envía a Madrid al capellán de San José, escribe a las prioras informando, y a personajes influyentes de la corte atando cabos. No menos de 24 personas desfilan por la carta. Léxico cifrado; no siempre trasparente.

1. Jesús sea con vuestra paternidad, mi padre. Ayer le escribí por la vía de Mancera y envié al superior1 la carta, que supiese si estaba vuestra paternidad en Peñaranda, como me escribe, y que no lo supiese ninguno, aunque fuese fraile, sino él; y enviaba dos cartas de Roque2, adonde pone mucho en que vuestra paternidad vaya luego allá3; y aunque dice que le escribe a vuestra paternidad, traigo miedo si toman las cartas4, y así le escribo yo lo que pasa. Y por si no ha ido vuestra paternidad adonde me escribió, torno a hacer mensajero para ahí, y por avisar a la madre priora5 lo que ha de responder (que pone mucho Roque en que no se diga otra cosa, que será destruirnos), y me lo envía por escrito lo que la envío. Ya he avisado a otras partes. Plega a Dios no sea menester, que es gran lástima ver estas almas con quien no las entienda6.
2. Con todo, sólo el mi Pablo7 es el que me da cuidado y pena y si yo lo veo libre. Cierto no sé la causa, que aunque quiera no la puedo tener de lo demás. El Señor lo hará, y si vuestra paternidad se guarda por acá yo estaría contenta y que no fuese allá8; mas traigo gran miedo, porque en ir y venir a decir misa no puede dejar de haber peligro.
3. Espantada estoy de cómo se hace, y ya le querría ver ido de ahí y que esté en una parte donde estemos seguros, y avise vuestra paternidad dónde está, por caridad, no ande tonta cuando le quiero avisar algo, como lo estoy con las cifras9que vuestra paternidad muda sin haberme avisado de ellas. Mucho querría que anduviese con compañero, aunque fuese un lego.
4. Ayer estuvo acá el prior de Santo Tomás10. No le parece mal que vuestra paternidad espere la respuesta de Joanes11 y en lo que para esto antes que vaya a la Corte, y al rector12 le parece lo mismo y aun a mi hermano13 de que les he dicho que ha escrito a Joanes; y pues llevan los breves al presidente14, no sé yo por qué dan tanta prisa. Sólo lo que me hace a mí querer que vaya son dos cosas: la una, miedo grande que han de coger a vuestra paternidad por acá, y siendo esto, ¡Dios le libre!, sería mejor irse; la otra, que antes que fuese al rey viésemos qué hace el nuncio15 con vuestra paternidad, que todavía hará al caso estar él presente.
5. Esto escribí ayer a vuestra paternidad16. Allá lo verá, que yo creo que el Señor le dará luz para esto, pues le da paz para llevarlo, que ya he visto sus pláticas con él. Lo que pasa es que el domingo pasado —que fueron tres de éste— notificaron al padre Mariano17 un breve que, según entiendo, es el que allá llevaban; aunque se declaró poco Roque18. Sólo dice que está muy copioso y que renuncia19lo que ha hecho el nuncio pasado (y debe ser lo que vuestra paternidad dice, sino que no lo entienden), y dice que es del Papa (y no debe ser sino del nuncio, pues dice en su respuesta que se obedece lo que su señoría manda); dice que le mandan en él que no tenga a vuestra paternidad por prelado y que no obedezca sino al nuncio y no a otra persona.
6. De esto me he holgado, y quizá no les dará20 tanta mano a estos lobos21como ellos piensan, y, en fin, querrá contentar al rey. De creer yo lo que vuestra paternidad dice, que andan en quitar las reformas, no dudo ni habrá mayor contento para mí que ver a vuestra paternidad libre de eso, que después todo se hará bien.
7. Aquí no nos han notificado nada, ni en Mancera22, porque el provincial23 no ha salido de aquí. Algo deben de esperar. Dice Roque que se ha de notificar en todos los monasterios y no dice si fueron frailes o no. Ya escribí a Alba24 para que la priora tenga aquella hermana, y a Teresa de Laiz25, que lo tenga por bien. Consuélome tanto de la merced que Dios hace a vuestra paternidad en darle algún rato de contento en tantos trabajos, que no sé cómo tengo pena.
8. Aquí llegaba cuando llega a la puerta el reverendo padre Rioja26 con un notario a notificar el breve. No me llamaron a mí sino a la madre priora27, y —a lo que entiendo del breve— es el mismo que debían llevar allá28, que dicen está en el proceso. Dios me lo perdone, que aun no puedo creer que el nuncio mandó tal cosa, digo aquel estilo29. A no haberse vuestra paternidad seguido30 por parecer de tantos letrados, no me espantara que tuviera mucha pena; mas como en todo ha ido con tanta justicia, y como se estuvo casi un año sin visitar hasta que supo que el nuncio31 decía no se lo había quitado, no sé cómo ahora se puede decir eso. En forma, aunque me da harta pena, por otra parte me hace gran devoción, como sé con el tiento que vuestra paternidad ha ido y ver tantas infamias32. Yo le digo que le quiere Dios mucho, mi padre, y que va bien a su imitación. Esté muy alegre, pues le da lo que le pide, que son trabajos, que Dios tornará por vuestra paternidad, que es justo. Sea bendito por todo.
9. Los letrados de por acá todos dicen que, aunque el nuncio lo mandase a vuestra paternidad, que como no muestra por dónde33. no estaba obligado a obedecer. ¡Oh, qué buenos tesoros estos, mi padre! No se compran por ningún precio, pues por ellos se gana tan gran corona. Cuando me acuerdo que el mismo Señor nuestro y todos sus santos fueron por este camino, no me queda sino tener envidia a vuestra paternidad, porque yo ahora ya no merezco padecer, si no es sentir lo que padece quien bien quiero, que es harto mayor trabajo.
10. Mañana concertaremos cómo se vaya esotro día Julián de Avila34 a Madrid a conocer por prelado al nuncio y hacernos mucho con él, para suplicarle no nos dé35 a calzados; y a vueltas escribiré a algunas personas para que le aplaquen con vuestra paternidad, dándole algunas razones y diciéndole lo que estuvo sin hacer nada hasta que supo lo que él decía y cómo a él de buena gana le obedeciera siempre, si no estuviera de por medio saber que el Tostado36 nos venía a destruir. Y, cierto, con verdad le puede mostrar contento, porque a trueque de no estar sujetas a estos del paño37, todo lo daré por bien empleado.
11. Pedirle ha licencia Julián para las cosas que son menester en estos monasterios de licencias de oficiales y cosas así; porque me han dicho luego queda por prelado, como sea obedecido.
12. El Señor nos dé su favor, que, como no pueden hacer que le ofendamos, el santo Pablo38 en casa se me queda, y no me puede nadie quitar de lo que tengo prometido a este santo39.
13. Estas hermanas40han sentido más el breve que todo por lo que dicen de vuestra paternidad, y se le encomiendan mucho. Harta oración se hace. No hay que temer, mi padre, sino que alabar a Dios que nos lleva por donde él fue. Su Majestad me guarde a vuestra paternidad y sea servido que le vea yo sin estas contiendas.
Es hoy víspera de San Lorenzo.
Indigna sierva y verdadera hija de vuestra paternidad,
Teresa de Jesús.

1. Suprior de los descalzos de Mancera: Francisco de la Concepción. El prior, Juan de Jesús Roca, se halla en Madrid (nota 11). — La carta: quizás alude a la c. 252 (perdida en parte). Hará su resumen en nn. 2-4.
2. Roque de Huerta, amigo y «agente» de negocios en Madrid.
3. A Madrid (ver n. 4).
4. Que intercepten sus cartas...
5. Priora de Valladolid, María Bautista.
6. El sentido: no sea menester prestar obediencia a quien no entienda el estilo de vida de los carmelos...
7. Gracián.
8. Acá: Peñaranda y alrededores de Avila. Allá: Madrid.
9. Cifrario concordado, y que Gracián cambia sin advertirlo.
10. Dominicos de Avila.
11. Cifra dudosa. Probablemente, Juan de Jesús (Roca), que en Madrid tramita sigilosamente los asuntos de la Reforma.
12. Rector del Colegio de San Gil, el jesuita Gonzalo Dávila.
13. Lorenzo de Cepeda.
14. Los breves: que facultaban a Gracián como visitador; los entregan ahora al presidente del Consejo Real, A. Mauricio de Pazos, antes de que notifiquen a Gracián el Breve de Sega que le intima la consigna de esa misma documentación.
15. Felipe Sega. — El sentido: antes de que el presidente Pazos (nota 14) se presente al Rey (para informarlo sobre el conflicto de poderes entre Sega y Gracián), el mismo Pazos esté presente al encuentro Gracián-Sega. La Santa teme que éste se extralimite: «ponerse a manos del nuncio antes que le allane el presidente, sería desatino, y habíale de hablar v. paternidad la primera vez ...delante de él (presidente)» (carta 261, 2). De hecho, el Nuncio no tiene mano blanda: en este tiempo «hizo ahorcar en Madrid dos hombres porque habían hecho bulas falsas» (MHCT t. 3, p. 610).
16. Lo resumido en los nn. 2-4 no se contiene en la c. 252.
17. Mariano de San Benito, descalzo residente en Madrid (?), también tomado de mira por Sega. — Un breve: el de Sega del 23 de julio. — Es el que llevaban para intimar a Gracián; pero éste lo esquivó.
18. Roque de Huerta.
19. En sentido de anula o deroga... los poderes dados por el nuncio pasado, N. Ormaneto, a Gracián.
20. No les dará el nuncio Sega.
21. En cifra: carmelitas calzados.
22. Ni aquí (carmelo de San José) ni en los descalzos de Mancera han notificado el Breve de Sega.
23. Provincial de los carmelitas de Castilla: Juan Gutiérrez de la Mag­dalena.
24. Priora de Alba: Juana del Espíritu Santo.
25. Fundadora del Carmelo de Alba: que no oponga resistencia al cambio de obediencia.
26. Carmelita calzado de Castilla.
27. María de Cristo, priora de San José (Avila).
28. Era efectivamente el breve que destituía a Gracián, y que habían llevado allá (a Valladolid? Peñaranda?, etc.) a notificárselo (nota 17).
29. Aquel estilo: la Santa quedó atónita ante el vocabulario del documento. Y con motivo.
30. Seguídose, trascribe el manuscrito.
31. Felipe Sega. Decía que no quitaba a Gracián las facultades de visitador. «Decía el nuncio (Sega) y juraba que no le había dicho que no visitase. Y de esto hay hartos testigos..». (carta 262, 4). — Cómo ahora se puede decir eso: el breve acusaba a Gracián de «presunción», «arrogancia» y «desvergüenza» por usar de sus poderes a pesar de la prohibición oral impuesta por Sega «bajo pena de censuras» (MHCT, t. 2, p. 22).
32. Omitidas por el amanuense las cuatro últimas palabras. Pero «eso es toda verdad... por donde a quien las supiere verá claramente que contra justicia le tratan tan mal (a Gracián) en ese breve» (carta 262, 8).
33. Mostrar por dónde: era exhibir las facultades papales que Sega tenía para actuar. Según la Santa, Sega lo había esquivado (ver carta 262, nn. 3.7).
34. Capellán del carmelo de San José.
35. No nos dé (someta) a la jurisdicción de los calzados.
36. Jerónimo Tostado, carmelita calzado, vicario del P. General y visitador de los carmelitas en España. La impresión de la Santa era «que se sabía cierto que el nuncio (Sega) procuraba visitase el Tostado... y sabíamos cierto que venía determinado a deshacer todas las casas» (carta 262, 6).
37. Carmelitas calzados.
38. Gracián.
39. Alusión al voto de obediencia de la Santa a Gracián (Rel. 39-41).
40. Carmelitas de San José de Avila.

S.239  E.236  Lf.200  A.III 19  T.121

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Santa Teresa de Jesús

Santa Teresa de Jesús nace en Ávila un 28 de marzo de 1515, siembra nuevos Carmelos por los caminos de España, vive una experiencia mística plena, que luego transmite en múltiples escritos y un nutrido epistolario. Doctrina y magisterio que avalará la Iglesia incluyéndola en el Catálogo de sus Santos y otorgándole, pro vez primera a una mujer, el título de Doctora.

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