1. Nicolás Ormaneto, muerto el 18 junio 1577.
2. Responde directamente al motivo central de la condena de Gracián en el breve de Sega (23.7.78) que «por arrogancia y presunción» había proseguido la visita «después de la muerte de nuestro predecesor, a pesar de haber recibido sus facultades (de visitador) a beneplácito de Ormaneto y de la Sede Apostólica, y también a pesar de que esas facultades se le concedieron en forma de mandato, que fenece con la muerte del mandante» (MHCT, t. 2, p. 22).
3. Diego de Covarrubias y Leiva, presidente del Consejo Real.
4. Felipe Sega, que llegó a Madrid en agosto de 1577.
5. Gracián.
6. Gaspar de Quiroga, arzobispo de Toledo.
7. Felipe Sega.
8. Pedro Romero, dominico en Santo Tomás de Avila.
9. Es el tema ya repetido por la Santa en cartas anteriores (254, nota 33). El nuncio anterior tenía comisión pontificia para intervenir en la reforma de las órdenes. ¿La tenía también Sega?
10. «Desde agosto o setiembre de 77 hasta mayo o junio de 78» (A. III, p. 144).
11. Data de aquellas fechas el memorial de Fernando Suárez y Diego de Coria. carmelitas andaluces, a Sega pidiendo la remoción de Gracián (MHCT, t. 2, pp. 14-19).
12. Antonio Mauricio Pazos, presidente del Consejo, desde primeros de 1578.
13. Una de ellas con data 19.6.78, Cf. MHCT, t. 2, p. 9.
14. Se refiere a la primera intervención de Sega, mandando a Gracián que prosiga la visita y le rinda cuenta de ella, hecho que motivó una interpelación del rey al Papa para conocer los poderes del nuncio (cf. nota 22).
15. Que el Papa haya dado nuevos poderes a Sega —piensa la Santa–,
para emitir el famoso breve.
16. Jerónimo Tostado.
17. Carmelitas calzados.
18. Capítulo de Piacenza (mayo-junio 1575). Sobre las decisiones de Piacenza —capítulo y definitorio general—, cf MHCT, t. 1, pp. 207-216. A la Santa llegaron deformadas y exageradas.
19. Carmelitas calzados. — Los poderes de las culpas: la documentación relativa a la corrección de culpas, con motivo de la visita.
20. Si el nuncio tenía poderes o no en la reforma de religiosos.
21. De Sega, del 23.7.78.
22. Gracián. Había estudiado artes y teología en la universidad de Alcalá. — Para situar el texto de la Santa, véase el estado de ánimo del interesado: «Murióse el nuncio Ormaneto, cuya comisión yo tenía... Vino a la corte el nuncio Sega y pretendió tener jurisdicción ordinaria sobre las religiones, como la tienen sobre la clerecía. Envióme a llamar, y con mucho regalo me dijo que continuase mi visita y le fuese dando parte de lo que hacía. Fuime al rey (que me había dado el breve de Ormaneto y cartas para la visita) diciéndole lo que el nuncio Sega me había dicho y preguntando qué haría; respondióme que me detuviese, hasta que él escribiese al Papa sobre este punto... Heme aquí metido entre el rey y el nuncio sobre negocio tan pesado de jurisdicción. El rey decía que no obedeciese al nuncio hasta venir de Roma la respuesta. El nuncio bramaba porque no acudía a él, imputándome que impedía la jurisdicción apostólica. Vino del Papa que el nuncio no se entremetiese con frailes sino en los casos que el rey le pidiese. Fue tal el sentimiento del nuncio en este caso que decía que si no me entregaban para que me quemase, por haber impedido su jurisdicción, que se había de volver a Roma... Estas dos cosas le indignaron de tal manera, que yo diera por bien empleada cualquier muerte porque temía ser quemado» (J. Gracián, Peregrinación de Anastasio, diálogo II).
S.240 E.237 Lf.201 A.III 20 T.126