Zamora
Antes de la fundación de Beas, la Santa había aceptado el proyecto de erigir un Carmelo en Zamora. El 23.12.1574 escribía a su amiga Dª Ana Enríquez: 'La fundación de Zamora se ha quedado por ahora' (cta 77,5).Y poco después: 'El monasterio de Zamora se queda por ahora; lo uno, por no haber tiempo, que será ahora bueno para las tierras de mucho calor; lo otro, porque el que nos daba la casa no parece ha acudido muy bien, y está ausente, aunque no despedido' (cta 79,3). De hecho, no realizará esa fundación. Se hará en el siglo XX: 1953. De Zamora era el clérigo Diego de Guadalajara, fundador de la ermita de santa Ana, en que más tarde fundaría T el Carmelo de Villanueva de la Jara (F 28,44).
Zapata, Francisco
Caballero nacido en Madrid. Hijo de Juan Zapata, señor de Barajas, y de María Jiménez de Cisneros. Con intensa carrera política: en 1570, corregidor de Córdoba; mayordomo de la reina Isabel de Valois, en 1571; capitán general en 1573; 'asistente' de Sevilla hasta 1579. Luego presidente del Consejo de Ordenes (1580), y en 1583 presidente del Consejo de Castilla. Entra en relación con la Santa en Sevilla, con ocasión de la fundación de ese Carmelo: como asistente lo menciona ella, al lado del Arzobispo, asesorando a Gracián en un momento difícil de su visita (cta 106,5). Luego, desde Toledo (sept. del 1576), envía 'cartas para el asistente' (cta 122,11). 'Asistente de Sevilla' era el 'corregidor o gobernador que asiste por el rey' (Covarrubias, s.v.). Don Francisco murió en 1594. Cf además cta 103,3.
Zapata, Gómez
Sacerdote y luego obispo, amigo de la Santa. Nacido en Madrid, hijo de Juan Zapata, señor de Barajas, y de Isabel Osorio. Arcediano de Madrid y canónigo de Toledo. Del Consejo supremo de la Inquisición. Presentado para obispo de Cartagena el 10.2.1576. La Santa entra en relación con él a causa de la fundación del Carmelo de Caravaca, diócesis de Cartagena. Carmelo fundado con licencia del Consejo de Ordenes (F 23,1; 24,3-4), pero sin la del Prelado. Confía ella obtenerla sin dificultad. De hecho, don Gómez, a los pocos días de su elección (antes de tomar posesión), ya ha respondido a la carta de la Santa, en Sevilla (cta 103,3: del 19,2.1576). Teresa le escribe de nuevo desde Toledo, en una noche de agobio en que corre el riesgo de cruzar el envío de cartas al Prelado y a doña Juana Dantisco (cta 182,12; cf 181,10). Todavía al año siguiente (2.7.1577) le envía nuevo lote de informaciones y cartas y lo pone en amistosa relación con Gracián (cta 200,7). Ella era a su vez amiga de familiares del Prelado, que el 8.11.1582 pasaría a la sede episcopal de Cuenca, donde falleció el 1.2.1587. Caravaca, fundación...
Zúñiga, Diego López de
Caballero de Salamanca, residente en Lima (Perú), de quien T quiere tener noticias para adquirir su casa de la ciudad de Salamanca, adonde trasladar el Carmelo salmantino. Encomienda pesquisas a la priora de Sevilla, María de San José: 'cuando venga la armada, vuestra reverencia me tenga gran cuidado de procurar informarse de los que vienen de la Ciudad de los Reyes si es vivo Diego López de Zúñiga, o muerto... Porque a ser muerto, luego compramos unas casas para las monjas de Salamanca, que estoy concertada con quien las hereda... Es este caballero de Salamanca, y ha muchos años que vive en la Ciudad de los Reyes' (cta 347,18: del 4.7.1580). Volverá sobre el tema en la carta del mes siguiente (cta 350,3).
Zúñiga, Juan de
Hijo de Juan de Zúñiga, conde de Miranda y comendador mayor de Castilla. Embajador de Felipe II en Roma ante Pío V. Intervino en la preparación de la Liga contra el Turco. Posteriormente ocupó altos puestos, como Virrey de Nápoles (1579ss), ministro y consejero del rey, etc. Murió en 1583. En las cartas de la Santa, él es 'el embajador'. A él recurre por mediación de su amiga Luisa de la Cerda, en momentos críticos, ante las primeras dificultades graves de su obra de fundadora. Ideó entonces el proyecto de apoyarse en el embajador romano para llegar al Papa mismo. Propone su plan, primero al italiano Ambrosio Mariano, residente en la corte de Madrid; luego, al P. Gracián. Según ella, el doctor Velázquez, con quien se confiesa en Toledo 'no puede sufrir que no se funden monasterios de monjas [carmelitas], y hame mandado por vía de la señora Dª Luisa, [que] por vía del embajador se alcance del General, y si no del Papa. Dice que le digan que [los Carmelos] son espejos de España, que él se dará traza' (cta 161,3: de 12.12.1576; es el momento en que se le han intimado las decisiones del Capítulo general de Piacenza). Repite el mismo plan en carta a Gracián (162,6): es Dª Luisa quien tiene que escribir al embajador 'para que lo alcance del general... y si él [el general] no lo diere, lo pidan al papa'. Era ya Papa Gregorio XIII. No sabemos por qué conducto haría llegar T alguna de sus cartas (hoy perdidas) al Papa San Pío V (cf BMC 19,494), ante el que también había sido embajador Zúñiga. Efectivamente, en tiempo de san Pío V (1570), Zúñiga había tenido que enfrentarse con el famoso franciscano Alonso de Maldonado, a quien juzgaba 'loco de atar'. Cf J. I. Tellechea Idígoras, El Papado y Felipe II, tomo 1, pp. 192.207...
Zurita, Ana de
Dama toledana, casada con el célebre gramático Blas de la Serna, en cuya casa de Toledo se hospedaron ocasionalmente los padres de Jerónimo Gracián. Un hijo de éstos, Tomás Gracián, se casó con Lorenza de Zurita, hija de Dª Ana. Con esta Dª Ana entabló amistad la Santa al regresar de Andalucía a Toledo en 1576 (cta 124,4). Tomás Gracián es famoso en la historiografía teresiana por haber enviado a Felipe II una valiente defensa del P. Jerónimo Gracián vilmente calumniado (1577), juntamente con la carta de la Santa al Rey en defensa del mismo (cta 208: cf MHCT 1,386). Ya al tomar el hábito en Pastrana Jerónimo Gracián, Tomás había escrito una preciosa carta de consolación a la madre de ambos, Dª Juana Dantisco (ib p. 132).