Médico burgalés, que atendió abnegadamente a la Santa, enferma crónica, durante su estancia en Burgos (enero-julio de 1582). Licenciado por la Universidad de Alcalá, fue en ella condiscípulo y amigo de Gracián. Gran admirador y amigo de la Santa apenas la conoció. A partir del 6.3.1582, tiene poderes para la compra de la casa en nombre de ella (BMC 6,365), que le agradece su colaboración y hace su elogio en F 31,33-39: ‘es de muy buen entendimiento…, buen amigo… Con verdad podemos decir que, después de Dios, él nos dio la casa’ (ib). ‘Lo quiero tanto’, escribirá en una de sus últimas cartas (464,5: del 27.8.1582,5). También él siguió escribiéndose con la Santa (cta 461,4, del 9.8.1582, a Tomasina Bautista). En el proceso de canonización de T (Burgos, 1.7.1610), Aguiar hizo una extensa declaración, llena de preciosos detalles sobre la enfermedad, el talante, la palabra y simpatía de la Madre Fundadora: ‘tenía la santa Teresa una deidad consigo para este testigo secreta, pero no sé con qué propiedad’. ‘Su habla era muy graciosa, su conversación suavísima, y muy grave, cuerda y llana’. ‘Deseó quedarse en esta ciudad íntimamente, pareciéndole la casa y fundación tan a su gusto, que no la sabía encarecer’. ‘Partió de aquí (Burgos) rodeando primero su casa en la cabalgadura en que iba, recorriendo su clausura y cercas, donde la acompañó este testigo hasta Santa Clara de Burgos, donde la recibieron las monjas… y en aquel puesto este testigo alcanzó su bendición y se despidió’ (BMC 20, 420-429).
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