Dominico de Sevilla. Trató y confesó a T con ocasión de la fundación del Carmelo sevillano (1576), siendo él prior del convento de dominicos. Ayudó decisivamente en la compra de la casa. La Santa hace su elogio en carta a María de san José (cta 175,1, del 9.1.1677): ‘le debemos harto’. ‘Crea que es muy bueno y que, para cosas de religión, tiene más experiencia que otro’. ‘Que es muy buen amigo y bien avisado, y no se pierde tener tales personas un monasterio’. Más tarde expresará su deseo de ayudar más a las carmelitas de Sevilla (cta 190,9: a María de san José, del 9.4.1577): ‘que es muy bueno’, reitera T. La Santa le escribió más de una carta. Ninguna ha llegado hasta nosotros (cf cta 175,1). Cf Felipe, Martín, Sta. Teresa y la Orden de Predicadores, pp. 405-406.
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