Duque de Alba. Hijo de Fernando Alvarez de Toledo y María Enríquez. Su casamiento con doña María de Toledo y Colonna motivó la prisión de él y de su padre, por orden de Felipe II. Luego, al esperar su primer hijo en septiembre de 1582, logró desviar hacia Alba a la Santa, donde ésta murió pocos días después. Falleció también él en 1585. Sus cenizas y las de su esposa reposan en el convento de dominicas recoletas fundadas por ésta en Valladolid. Hay frecuentes alusiones a él en el epistolario teresiano. No sabemos hasta qué punto llegaron las relaciones amistosas de T con el joven matrimonio. Es memorable, en cambio, el episodio final. Estando en Burgos, llega a noticia de T que los dos cónyuges esperan el nacimiento de su primer hijo. De nuevo la Santa se apresura a enviarles su congratulación en una sencilla carta de cortesía dirigida a don Fadrique, y que ha llegado hasta nosotros: cta 442, del 18.4.1582. Era un día feliz para T, porque en él firmó el Arzobispo la licencia de fundación burgalesa, y porque al día siguiente se inaugura el nuevo Carmelo. Lo que ignora ella es que sus amigos de Alba le preparan una mala pasada. El anhelado nacimiento del sucesor de los duques motivará el cambio de rumbo de su último viaje, emprendido en Burgos el 26 de julio. Al llegar a Medina, una orden del Vicario Provincial, P. Antonio Heredia, la obliga a interrumpir su viaje a Avila, donde es priora, y proseguirlo camino de Alba, reclamada por los duques. Teresa obedece, contrariada y gravemente enferma. Ahí mismo ha llegado la carroza enviada por aquéllos. Son dos jornadas de marcha. En la noche del 19, antes de llegar ella a Alba, tiene noticia del nacimiento del futuro duque. Así que ella se libera de ir al castillo ducal. Llega al Carmelo de Alba el día 20, exhausta de fuerzas. Y en Alba fallece pocos días después (4 de octubre). Alba, Duque de.
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