Gran colaboradora de la Santa en la fundación del Carmelo de Segovia. Viuda de Francisco de Barros de Bracamonte. Madre de dos hijos. La Santa traza su semblanza así: ‘Estaba allí [Segovia] una señora, mujer que había sido de un mayorazgo, llamada Dª Ana de Jimena. Esta me había ido una vez a ver a Avila, y era muy sierva de Dios y siempre su llamamiento había sido para monja. Así, en haciéndose el monasterio, entró ella y una hija suya de harto buena vida… Esta bendita señora tomó la casa y de todo lo que habíamos menester’ (F 21,3-4). A poco de ingresar carmelita, murió su hijo Diego de Barros (BMC 18,432). Su hija tomó el nombre de María de la Encarnación. Madre e hija profesaron el 2.7.1575. Ana fue varias veces priora de la comunidad. En el proceso de beatificación de la Santa (1595) depuso: ‘la comunicó [a la Santa] por cartas, así en Avila como en Salamanca… y cuando vino a Segovia, la tuvo alquilada casa para la fundación… Y venida a esta ciudad la dicha Madre…, posaba en el mesón del aceite con cuatro monjas. Y esta testigo fue luego por ella y la trajo de la mano hasta la dicha casa que estaba tomada para la fundación’ (BMC 18,431). En el Carmelo de Segovia fue discípula de san Juan de la Cruz. En 1591, al ser éste alejado de Castilla, la M. Ana le escribe, dolida del suceso, y el Santo le responde con una preciosa carta: ‘doquiera y como quiera que sea [vaya], no la olvidaré ni la quitaré de la cuenta que dice, porque de veras deseo su bien para siempre’ (carta 25: Madrid, 6.7.1591). Ana y la Santa se cartearon, pero nada nos ha llegado de esa correspondencia epistolar. En 1595 depuso en el proceso de la Santa (BMC 18,431-434).
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