Nacida en Avila en 1535, hija de Felipe de Arévalo y Elvira Díez de Henao. Hermana de Ana de Jesús, carmelita en Valladolid. Era dirigida de fray Pedro de Alcántara cuando éste la propuso a la Santa para iniciar la fundación de San José de Avila, donde fue una de las cuatro pioneras (V 36,5) y profesó el 21.10.1564. Acompañó a T en numerosos viajes: a Medina, Duruelo, Malagón, Valladolid, Toledo… Es famosa su reacción al visitar la alquería de Duruelo: ‘Cierto, Madre, que no haya espíritu, por bueno que sea, que lo pueda sufrir. Vos no tratéis de esto (de fundar allí)’ (F 13,3). En 1574 es propuesta por T para supriora de Valladolid (carta a Ana Enríquez: 23.12.1574, n. 4). De regreso a Avila, será una de las que acompañen a fray Juan de la Cruz (desde Avila a Andalucía) para iniciar la fundación de Granada: noviembre-diciembre de 1581 (carta a Gracián: 29.11.1581, n. 1). Con el Santo y Ana de Jesús inicia el Carmelo granadino (1582), y allí es una de las dirigidas de fray Juan, quien en 1585, al regresar del Capítulo de Lisboa, la lleva consigo de Granada a la reciente fundación del Carmelo de Málaga, que ha sufrido un serio contratiempo. Antonia más de una vez escribe cartas de parte de la Santa (cf carta a Salcedo: sept. 1568, n. 3). Es ella quien se queja a ésta de la sobredosis de ‘actas’ y normas dejadas por Gracián en su visita a la comunidad de Valladolid (carta a Gracián: 22.5.1578, n. 10). Sin embargo, no nos ha legado carta alguna de la Santa dirigida a ella (cf MHCT 4, 254). En las Fundaciones T trazó su semblanza en un par de pinceladas: ‘…aunque era harto mejor que yo, y muy amiga de penitencia, no podía sufrir’ que los futuros descalzos tuviesen vida tan pobre y sacrificada en Duruelo (F 13,3). El P. Jerónimo de san José le concede uno de los primeros puestos en la ‘centuria de religiosas insignes’ (Historia, p. 168). Murió en Málaga el 7.7.1595. Reforma, 1,1,44.
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