‘Las hermanas Juana de la Cruz y Mariana de la Madre de Dios (en el siglo Arellano), hijas del conde de Aguilar, siendo religiosas en el Real convento de Las Huelgas de Burgos, se salieron disimuladas y tomaron el hábito en el de las descalzas carmelitas de la misma ciudad; donde vivieron con raro ejemplo de virtud y murieron con fama de santidad. Mariana, año de 1596. Juana, el de 1605’ (Jerónimo de san José, Historia…, libro 1, c. 18, p. 178). Conde de Aguilar era don Pedro Ramírez de Arellano, casado con María de Arellano, condesa de Nieva. Ambas hijas ingresaron muy niñas en Las Huelgas. Al visitar T este monasterio en 1582, las dos quedaron prendadas de ella y decidieron el paso a las descalzas. Ante el retraso del solicitado breve pontificio, el 1.1.1586 se disfrazó y fugó a las descalzas la hermana Juana. Muchas más dificultades tuvo Mariana. Profesaron la vida carmelitana el 17.2.87. Cuenta por menudo su historia Francisco de santa María: Reforma…, libro IX, c. 27. La santa alude a ellas en carta a M. María de San José: 432,1, del 6.2.1582.
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