Es uno de los ‘mercaderes’ amigos de T, a quien ayuda en la fundación del Carmelo de Toledo. Hijo de Fernando de Avila y Juana Núñez. Tras un intento fracasado de ingresar en la Compañía de Jesús, se dedicó a la beneficencia en hospitales y cárceles de la ciudad. En el Libro de las Fundacionesla Santa lo presenta así: ‘Un mercader amigo mío, del mismo lugar, que nunca se ha querido casar ni entiende sino en hacer buenas obras con los presos de la cárcel y otras muchas buenas obras que hace, y me había dicho que no tuviese pena, que él me buscará casa (llámase Alonso de Avila), cayóme enfermo…’ (F 15,6-7). El 27.5.1570, al comprar para la fundación toledana la casa de Alonso Sánchez, él intervendrá al lado de la Santa como ‘requeriente y aceptante’ del contrato (BMC 5,429). Murió en abril de 1586 con tal fama, que el P. Hernando Dávila y Oviedo escribió su biografía, aún hoy conservada en el archivo de las carmelitas de Toledo.
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