Carmelita, famoso socio y secretario del P. Gracián. Célebre también por haber sido víctima indefensa de las despiadadas tensiones surgidas en la familia teresiana tras la muerte de la Santa. Profesó en Los Remedios de Sevilla el 6.1.1576. (La Santa estuvo en Sevilla hasta junio de ese año: lo conoció, por tanto, novicio y recién profeso). Fue secretario del P. Gracián durante la Visita a Andalucía (1575: cf MHCT 3,579.592). El 3 de agosto de 1576 es él quien redacta y firma como ‘notario de la visita’ el acta en que Gracián erige la provincia de descalzos (MHCT 1,319-324). En enero de 1581 viaja con Gracián hasta Elvas (Portugal) a recoger de mano del rey los breves pontificios para el Capítulo de Alcalá (ib 3, 627). Ya en vísperas del capítulo de Alcalá sigue ayudando a Gracián en los preparativos. Escribe éste: ‘Fray Bartolomé de Jesús me ayudó [en Talavera] a escribir todas las vocaciones [=convocatorias] y cartas para celebrar el capítulo que se hizo en Alcalá’ (ib 19,443). Por el comisario pontificio Juan de las Cuevas es nombrado secretario de Gracián en el futuro Capítulo de descalzos: 3.2.1581 (ib 2,245). Designado luego suprior de Mancera (1581-1583). Será todavía secretario del Capítulo de Lisboa (1585). Y ese mismo año, secretario de Doria en Pastrana (ib 3,106). Prior de Sevilla (1585-1587) y de Lisboa (1587-1589). A veces él mismo redacta el borrador de las cartas de Gracián (cf MHCT 9, 27. 34. 41). En 1588 fue elegido sexto consiliario de la Consulta (ib 3,295), pero ya en marzo de 1589 ha cesado en el cargo, suplantado ignoramos el motivo por Gregorio de san Angelo (ib 3,430): año fatal para él. En contraste con su intensa actividad, era hombre de salud precaria, que motivaba frecuentes dispensas en la observancia, causa de murmuraciones contra Gracián, que con todo y con eso lo llevaba por secretario: ‘Como es tan enfermo el P. fray Bartolomé, no puede dejar de comer carne, y tiénenle ya sobre ojo algunos’, se lo advierte la Santa a Gracián ya antes del Capítulo de Alcalá (cta 371,2: cf BMC 9, 18 nota 5). Con todo, ella misma cree que ‘bueno es para prior de una fundación’ (384,6), y sigue interesándose constantemente por su salud, porque en 1582 lo alcanza la pestilencia de Sevilla (‘está herido de pestilencia…’: cta 451,5). En el Carmelo de Sevilla habían pretendido ingresar dos hermanas suyas, que no parece contaran con la aprobación de la Santa (cta 237,2).El P. Bartolomé tuvo final triste e inmerecido. A causa de sus relaciones con Gracián y su defensa de las Constituciones teresianas, en 1589 fue expulsado de la Orden y despojado del hábito religioso. El 21.8.1591, un decreto de Doria prohíbe a los descalzos, bajo graves penas, todo trato con él, lo mismo que con Gracián y con Pedro de la Purificación: el decreto ordenaba que ‘ningún súbdito ni súbdita, prelado ni prelada de nuestra Orden, por sí ni interpósita persona, no hable ni escriba ni reciba escrito alguno de los susodichos ni de alguno de ellos’ (cf I. Moriones, Ana de Jesús… Roma 1968, p. 278). Y, por fin, el 30.3.1595, sumido en total pobreza y ‘no teniendo de qué vivir’, eleva una súplica a la Congregación de Regulares de Roma, para poder al menos celebrar misa y así subsistir a base de los estipendios (cf I. Moriones, en MteCarm 103 1995 p. 582). Se ignora la fecha de su muerte.
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