Caballero de Alba, implícitamente aludido en la carta 293,1. Al intentar casarse con su prima Ana de Bracamonte, necesitó obtener dispensa de parentesco en Roma. Ello sirvió de pretexto a dos descalzos (Juan de Jesús y Diego de la Trinidad) para viajar a Roma disfrazados (mayo 1579) y así solicitar la erección de provincia de descalzos. Don Francisco les dio lo que habían menester: ‘vestido, aderezo de espada, mula y 400 ducados Conseguida la dispensa, no se casó, porque la dama [doña Ana], pensándolo mejor, se entró monja bernarda en Santa Ana de Avila’ (glosa del P. Antonioa dicha carta, tomo III, Madrid 1771, n. 12 p. 348).
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