Portugués, duque de Braganza, sucesor de Teodosio (5º duque del mismo título), sobrino del gran amigo de T, Teutonio de Braganza. Pretendiente al trono de Portugal, al morir el rey don Enrique (1579). Acató luego a Felipe II. A él alude la Santa, ante el presagio de guerra entre España y Portugal, a causa de dicha sucesión. Escribe ella a don Teutonio de Braganza: ‘Dícenme es el duque de Braganza [don Juan] el que la sustenta [la iniciativa de guerra], y en ser cosa de vuestra señoría me duele en el alma’ (cta 305,4: del 22.7.1579). Braganza, Teutonio de (1530-1602) Portugués. Gran amigo y colaborador de T. Hijo del cuarto duque de Braganza, don Jaime, y de Juana de Mendoza. Sobrino del rey don Enrique. Nació en Coimbra en 1530. Inició sus estudios en Coimbra. A los 19 años se fuga de casa e ingresa en la Compañía de Jesús: 12.7.1549. En Roma se encuentra con san Ignacio, pero éste lo disuade de su improvisada vocación de jesuita. Prosigue estudios en las universidades de París. Doctor en teología por esta última. Viaja a Inglaterra. De regreso a España, se instala en Salamanca y entabla relaciones amistosas con la Santa. La invita a fundar un convento de descalzos en la ciudad del Tormes (carta a él, de junio 1574, n. 5). Más adelante la invitará a fundar un Carmelo en Torrijos y sobre todo en Evora, donde también desearía un convento de descalzos. Pero la Santa no llega a realizar su proyecto de viaje a Portugal (cartas a María de san José: diciembre de 1579, n. 11; y del 4.7.1580, n. 16).
Llamado a Portugal por su tío el cardenal don Enrique, es nombrado obispo coadjutor de Evora, con derecho a sucesión en el arzobispado (28.6.1578). Apenas dos meses después (4.8.1578), muere el rey don Sebastián en la batalla de Alcazarquivir. Le sucede en el trono don Enrique, y la sede arzobispal de Evora pasa a don Teutonio (7.12.1578). Por esas fechas ofrece su apoyo a la madre T en la travesía de los años borrascosos de su reforma (cta 226: 16.1.1578). Ya antes había confiado a la Santa las cosas de su alma, especialmente su vida de oración. Había sido portador de una carta de ella al P. Granada (cta 82: mayo de 1575), y a la vez había recibido de T una carta patética para evitar la guerra entre España y Portugal, inminente al morir el rey don Enrique, tío de don Teutonio (cta 305: 22.7.1579).
En ese mismo año, la Santa le encomienda la edición del Camino de Perfección (ib). A él se debe, de hecho, la edición príncipe del libro, que a causa de dificultades con la Inquisición de Lisboa no verá la luz hasta unos meses después de muerta la autora (Evora 1583). En esa edición, al lado del Camino, publicó don Teutonio por primera vez los Avisos pseudoteresianos, que le fueron enviados por Gracián después de muerta T, y a la vez una Vida de san Alberto de Sicilia,obra del dominico Diego de Yanguas, ésta sí por iniciativa de la madre Teresa (impresa ya en 1582). Lo más singular en esta aportación del editor portugués es sin duda su carta-proemio, dirigida a las lectoras carmelitas, que comienza: ‘Entre las mercedes que de nuestro Señor tengo recibidas, no es la menor haberme dado familiar conocimiento de la muy reverenda madre Teresa de Jesús, que es en gloria’. Siguen nueve páginas que preludian y en cierto modo anticipan la famosa carta introductoria de fray Luis de León a la edición príncipe de las Obras de la Santa (Salamanca 1588). Los mismos conceptos reiterará en su carta del 1.12.1594 (MteCarm 34.1930, p. 350).
Don Teutonio fue gran amigo y admirador del P. Gracián. Sorprendido y desconcertado por la persecución a que se sometió a éste después de muerta la Santa, escribió en su favor un extenso alegato (diciembre de 1589), dirigido al secretario regio, Gabriel de Zayas y recientemente publicado en MHCT 3, 515-526.
Un trazo negativo ensombrece los últimos años del prelado portugués: su política antisemita. No sólo es adverso a los judíos de Portugal, pequeño resto tras la expulsión, sino que en 1602 se traslada personalmente a Valladolid, sede interina de la corte de Felipe III, para hacer presente al Rey su frontal oposición a judíos y judaizantes de todo el reino. Ahí en Valladolid lo sorprende la muerte el 29.7.1602. No había logrado llevar a Evora a la famosa madre María de san José (Salazar) para instaurar en su diócesis un Carmelo teresiano. De las numerosas cartas que don Teutonio recibió de la Santa, sólo han llegado hasta nosotros seis, de los años 1574-1579.
BIBL.Angelo de la Trinidad, ‘Don Teutonio de Braganza, Arzobispo de Evora, y los carmelitas descalzos’. MteCarm 34 (1930) 339-351; Nicolas Agostinho, Relação summaria da vida do illustrissimo et reverendissimo Senhor Dom Theotonio de Bragança, quarto Arcebispo de Evora,Evora 1614.