‘Canaria’, escribe siempre T, refiriéndose a los dos obispos de las islas, conocidos por ella: el primero, su pariente don Cristóbal Vela, que al cesar de Obispo en Canarias (1574-1580), se encuentra en Valladolid con don Alvaro de Mendoza y le asegura haber deseado un Carmelo teresiano en su diócesis canaria (‘porque aun había querido en Canaria y deseado procurar tener un monasterio de éstos, porque él conocía lo que se servía en ellos a nuestro Señor’: F 31,2-3). El segundo fue el sucesor de don Cristóbal, Fernando de Rueda (1580-1585), que en Avila y en Roma había sido asesor jurídico de T, con quien él se cartea y se trata personalmente al emprender el viaje a las islas (ctas 350,5; 440,3).Vela, Cristóbal.
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