Carmelita de la antigua observancia. Prior del Carmen de Sevilla en 1577. Elegido provincial de Andalucía el 9.2.1578. El 16 de octubre de ese año el nuncio papal Felipe Sega pone bajo su autoridad a los descalzos y a las monjas de la madre Teresa, si bien limitando sus poderes (‘no podáis quitar priores ni guardianes ni otros oficios sin nuestro poder y voluntad’: cf MHCT 2,36; y p. 19). A pesar de ello, Cárdenas, entre otros numerosos abusos de poder, ese mismo año depuso del priorato a María de san José, después de someterla a numerosas vejaciones personales, privándola de voz y de lugar. De él dice esta última: ‘Era colérico… Cuando me mandaba llevar delante de sí, comenzaban las hermanas un llanto como si me llevaran delante de algún juez que me había de condenar’ (Ramillete de mirra. Roma 1979, p. 305). A los pocos meses (1.4.1579), Sega hubo de retirarle los poderes (MHCT 2, 87 y 90). Y su sucesor al frente de las descalzas, P. Angel de Salazar, desautorizó lo hecho por él, restituyendo en su puesto a madre María (con fecha 28.6.1579: MHCT 2,97).La madre Teresa no sólo quedó personalmente envuelta en esos penosos episodios, sino que desde Avila estuvo al corriente de ellos: conoce el contenido del proceso enviado por Cárdenas a Madrid (cta 283,5); sabe que las carmelitas de Sevilla tienen precepto de entregar al provincial las ‘cartas que recibieren mías’ (ib 8); conoce las falsedades del proceso (cta 284,6); celebra que se le hayan retirado los poderes sobre las descalzas de Sevilla (cta 290,3). Cárdenas se asoció en su gobierno de descalzos y descalzas de Andalucía a los Padres Diego Coria y Fernando Suárez, quienes hicieron ante el nuncio Sega el elogio de él como provincial y reformador (MHCT 2,19); pero a ellos no llega a mencionarlos la Santa.María de San José, Salazar.
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