Es uno de los discípulos de san Juan de Avila, seguidor inmediato del Santo, profesor en la universidad e Baeza. Amigo y colaborador de T por los años de las primeras fundaciones de ésta. Ambos se trataron en Malagón hacia 1568, apenas fundado ese Carmelo. En carta a Dª Luisa de la Cerda, patrona del Carmelo malagonés, escribe T desde Toledo a Antequera: «Carleval se fue, y no creo para volver… [mutilado el texto siguiente]» (cta 8,5). Carleval interviene por esas fechas en el proyecto de fundar un Carmelo en Segura de la Sierra (Jaén), no lejos de Baeza, proyecto que no llegó a realizarse (cta 11). Es el año en que T envía el autógrafo de Vida a san Juan de Avila en Montilla (Córdoba). Careval leyó el libro teresiano, bien sea en esa ocasión, o bien antes durante su estancia en Malagón, y parece ser que a través de él, pero por otros cauces, llegan a la Inquisición de Córdoba las primeras delaciones del libro. De hecho, el nombre de la Madre Teresa aparecerá poco después en el proceso abierto por la Inquisición contra Carleval mismo, involucrando la persona de la Santa con los infundios de la «falsa profetisa» de Ubeda, María Mejías. Y, finalmente, estando la Santa en Beas, los inquisidores de Córdoba denunciarán a los de Madrid (12.3.1575) la autobiografía teresiana: «ansí mesmo se envían las informaciones que Vª Sª manda, contra Teresa de Jesús, monja carmelita de Avila, y la del doctor Carleval, que se recibieron en la visita del distrito».
BIBL.E. Llamas, Santa Teresa de J. y la Inquisición española. Madrid 1972, pp. 9-32; Beltrán de Heredia, Los alumbrados de la diócesis de Jaén, en Revista Esp. de Teol. 9 (1949) 189.