Con el nombre de Cartujano/s designaba la Santa los volúmenes de la ‘Vita Christi’ del cartujo alemán Ludolfo (o Landulfo) de Sajonia (1300-1378), traducida al castellano por Ambrosio Montesino a finales del siglo XV e impresa en cuatro volúmenes a principios del XVI (Alcalá 1502…). Probablemente T leyó la edición de Sevilla 1530-1531. Son volúmenes que la iniciaron ampliamente en los diversos aspectos de la cristología, en numerosos textos de la Biblia, en la meditación de la humanidad de Cristo y en el arte de introducir soliloquios íntimos en los propios escritos, sea narrativos, sea doctrinales. Ella, sin embargo, los cita expresamente poco. En Vida 38,9 alude a dos diversas lecturas del libro, hechas a distancia de años. En las Constituciones (2,7) los indica como una de las obras que no deben faltar en la comunidad. Es probable que aluda a ellos cuando trata el delicado tema de la Humanidad de Cristo (V 22; M 6,7). En el Carmelo de San José de Avila se conservan dos tomos que suelen presentarse como manejados y anotados por la Santa. En ellos, sin embargo, no hay huella alguna de la pluma de ésta. Lecturas.
Bibl. Giovanna della Croce, La Vita Christi di Landolfo di Saxonia e s. Teresa dAvila. En «Carmelus» 29 (1982), 87-110; P. Concejo, Fórmulas sociales y estrategias retóricas en el epistolario de T de Jesús, en «Santa Teresa y la Literatura mística hispánica», Madrid 1984, pp. 275-290.
T. A.