Gran amigo y asesor de la Santa. Nacido en Ampudia (Palencia) en 1541. Hijo de Alfonso de Castro y María Martínez. Compañero de estudios de Jerónimo Gracián en Alcalá. Explicó filosofía en la Universidad de Salamanca. Fue luego canónigo de púlpito en la catedral de Avila. Posteriormente, de Toledo. Por fin, obispo de Lugo (1599-1603) y de Segovia (1603-1611), donde murió el 28.10.1611, cuando ya Felipe II lo proponía para la sede de Valencia. Conoció a la Santa siendo canónigo de Avila. Ella bosqueja su perfil en 1581: ‘me contenta harto su entendimiento y gracia y romance… No quiere confesar a nadie; mas, a mi parecer, gustaría de confesarme a mí, y lo que sospecho (según es enemigo de hacerlo) que es por curiosidad. Diz que es enemiguísimo de revelaciones, que aun las de santa Brígida dice que no cree’ (cta 410,5). Por fin entabla relaciones estrechas con la Santa, lee su Libro de la Vida (415,4), y se entusiasma: ‘¡Qué cosa es la misericordia de Dios!, que mis maldades han hecho bien a vuestra merced, y con razón…’ (cta 415,1). La Santa escribe a Gracián: ‘Vame muy bien con él. Dile la parte que tenía acá de ese libro [?], que esotro [Vida] no acaba de decir el provecho que le ha hecho’ (cta 426,8). Predica en San José de Avila, con agrado de la Santa, que se lo agradece (cta 417), y le pronostica éxitos para el porvenir: ‘no me contento yo de que vaya vuestra merced al cielo, sino que ha de ser mucha cosa en la Iglesia’ (ib). En 1596, siendo ya canónigo de Toledo, depuso en el proceso de beatificación de T, entre otras cosas: ‘que este testigo la confesó y comunicó muchas veces… Que la madre Teresa de Jesús dio en vida a este testigo dos o tres libros escritos de mano para que los viese y le dijese su parecer…’ (BMC 18, 270-271). Don Pedro nos trasmitió tres cartas de la Santa a él. Sabemos que ella le escribió una más, pocos días antes de morir, quizá desde Medina (ib 271).
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