Es una de las primeras carmelitas descalzas de Andalucía. Muy relacionada con la Santa, con san Juan de la Cruz y con Ana de Jesús. Nació en Beas el 24.2.1540. Hija de Sancho Rodríguez de Sandoval y de Catalina Godínez. Su perfil biográfico lo ofrece la Santa en Fundaciones 22. Habiendo muerto su padre en 1562, y su madre en 1567, Catalina y su hermana María de Jesús intentan en vano la erección de un colegio de la Compañía, que de hecho se fundará en la próxima localidad de Segura de la Sierra (cf cta 11). Catalina inicia luego los trámites para fundar un Carmelo. Para obtener licencia del Consejo de Ordenes del que dependía Beas, envía a Madrid a uno de sus hermanos, al cual ‘al cabo de veinte meses [de trámites en Madrid] no le quisieron dar licencia para que fuese sino de la orden de Santiano, de Comendadoras’. Entre tanto, Catalina se recupera de una grave enfermedad y se decide a ir personalmente ella a Madrid con el mismo objetivo de fundar un Carmelo de la M. Teresa: ‘Y así cuenta ella me salí con un hermano mío y una mujer en un carro’, en febrero de 1573. Pero en ‘tres meses’ de trámites no logró la deseada licencia. ‘Viendo yo entonces que no se había hecho nada, escribí a la M. Teresa de Jesús… lo que pasaba, y ella escribió una carta al rey. Y con este favor se dio luego la licencia. Y como lo supo la M. Teresa de Jesús, escribióme que ella vendría. Era ya por san Bernabé’ (11 de junio). Los trámites de fundación, culminaron en 1575 con la erección del Carmelo de Beas (Jaén), donde las dos hermanas, Catalina y María, tomaron el hábito de manos de la Santa el mismo día de la fundación (24.2.1575: cf F 22,20). Catalina profesó el 14.9.1576. Sucedió a M. Ana de Jesús en el priorato de Beas (11.5.1582; reelegida en 1584). Gozó de la dirección espiritual de san Juan de la Cruz, desde que en 1578 se encontraron los dos en Beas. De ella escribía la Santa, ya antes de conocerla personalmente: ‘Sepa que de una de aquellas dos señoras que le fundan [el Carmelo de Beas] dicen maravillas de su santidad y humildad, y entrambas son buenas’ (cta 73,5). En 1580 les escribirá T desde Malagón, solicitando correspondencia epistolar (cta 329,1). Según Gracián, ‘Catalina fue de las religiosas más santas que ha tenido la Orden’ (MHCT 3,572). El mismo Gracián cuenta la reacción de Catalina, gravemente enferma, al saber la muerte de la Santa (ib p. 640-641). La propia Catalina murió en Beas, siendo priora, el 24.2.1586. Un dato póstumo importante: san Juan de la Cruz trascribió personalmente la relación autobiográfica de Catalina, ms 5807 de la BNM: edición facsímil de Eduardo de Santa Teresita, Vitoria 1948. De él tomamos los textos autobiográficos arriba citados (cf Reforma II, libro 7º, cc. 13 ss, pp. 228 ss).Beas, fundación de.
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