Joven jesuita, el primero en hacerse cargo de las experiencias místicas de la Santa. Había nacido en Huete (Cuenca), en 1531. De familia numerosa: eran seis hermanos, dos de ellos clérigos. Cursó estudios en Alcalá y Salamanca. Ingresó en la Compañía en Salamanca, enero de 1552, y prosiguió estudios en la universidad. Se ordenaría sacerdote entre 1554 y 1555. Apenas ordenado y estando temporalmente en Avila, fue cuando ‘Dª Teresa’, en plena fase de crisis mística, recurrió a él. Lo cuenta así en Vida:’Tratando con aquel siervo de Dios que lo era harto y bien avisado toda mi alma, como quien bien sabía este lenguaje, me declaró lo que era y me animó mucho. Dijo ser espíritu de Dios muy conocidamente’ (23,16). Y todavía: ‘que me esforzase mucho, pues Dios me hacía tan particulares mercedes; que qué sabía si por mis medios quería el Señor hacer bien a muchas personas, y otras cosas, que parece profetizó lo que después el Señor ha hecho conmigo’ (ib). ‘Comencé a tomar de nuevo amor a la sacratísima Humanidad’ de Cristo (24,2). A los pocos meses, Cetina regresó a Salamanca para proseguir sus estudios de teología, ‘lo que yo sentí muy mucho’, recuerda la Santa (ib 23, 4). Pasará luego por diversos colegios de la Compañía: Plasencia (1560-1564), Toledo (1564-1567), Murcia (1567) y de nuevo Plasencia (1568) , donde muere, joven de 37 años, en junio de 1568. El juicio emitido por la Santa acerca de este jovencísimo jesuita (tendría él en torno a los 24 años cuando lo conoció, todavía estudiante y enfermizo) contrasta con las valoraciones oficiales enviadas a Roma: ‘hase ocupado en oír todo el curso de teología y en oficios bajos’; ‘predica mediocre y confiesa y no [es] para más’; ‘no se aplica a otra cosa sino a predicar’. A propósito de él había escrito la Santa: ‘¡qué gran cosa es entender un alma!’ (V 23,17): Cetina había entendido la suya. ‘En todo me parecía hablaba en él el Espíritu Santo para curar mi alma, según se imprimía en ella’ lo que decía (ib 16). Según el P. Ribera en su biografía de la Santa, Cetina dio a ésta ‘parte de los ejercicios’ (1, c. 9, p. 77).
BIBL.Cándido de Dalmases, Santa Teresa y los jesuitas, en ‘Archivum H. S. J.’, 35, 1966, 349-351; E. Jorge Pardo, Estudios Teresianos. Comillas 1964.