Carmelita, confesor de la Santa, muy apreciado por ella. Nacido en Malpartida (Salamanca), hijo de Juan Martínez y María García. Profesó en Mancera el 2.2.1576. La Santa lo llevó por confesor a Malagón para reemplazar a G. de Villanueva, contra el parecer del superior de aquél (cta 316,6). Fray Felipe desempeña su función a plena satisfacción de la Santa: ‘lo hace muy bien’ (cta 318,16). Y poco después ella misma lo enjuicia así: ‘El P. fray Felipe vino pintado… Harto buen hombre es’ (cta 324,2). Durante los días aciagos que precedieron a la fundación del Carmelo burgalés, lo reclama por capellán y confesor de la comunidad: ‘En esto de quien nos diga misa, no hallamos remedio. Será por ahora necesario traer algún fraile…Yo no hallo ninguno como fray Felipe, que sé que está ahí afligidísimo, y no hace sino enviarme cartas… Viniendo él, se tendrá quien nos confiese…’ (cta 454,3: del 25.6.1582), buen indicio de la confianza que media entre él y la Santa. Años adelante, fray Felipe será súbdito de fray Juan de la Cruz en el convento de los Mártires, de Granada.
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