Carmelita. Es hija del amigo y colaborador de T Antonio Gaytán, caballero de Alba. ‘Nuestra sabandijita’ o ‘angelito’, la llama cariñosamente la Santa, en carta a su padre (cta 85,5). En atención a los servicios de éste y a la orfandad materna de aquélla, fue admitida muy niña (a los siete años) en el Carmelo de Alba. Para ello, T pide licencia de admisión a Gracián: ‘Antonio Gaytán ha estado aquí. Viene a pedir se le reciba en Alba su niña, que debe de ser como la mi Isabelita de edad. Escríbenme las monjas que es en extremo bonita [en acepción de buenecita]’ (cta 205,2). Con esa ocasión llega a pronunciarse la Santa: ‘ningún inconveniente veo [en ello] sino provecho’ (ib). ‘Ese angelito que tienen en casa’, escribirá de nuevo aludiendo a ella (cta 386,6: marzo de 1581). De carmelita, su nombre fue Mariana de Jesús. Profesó el 13.12.1585. En 1600 pasó a fundar el Carmelo de Tarazona, donde fue maestra de novicias, supriora y por fin priora. Mariana testificará en 1592 en el proceso de beatificación de T. Evocará entonces, entre otras muchas cosas, sus impresiones personales en la muerte de la Santa: ‘la vio esta testigo que el día que se quiso morir, cuando le llevaron el Santísimo Sacramento…, al entrar en la celda se sentó en la cama con gran ligereza ella sola… y empezó a hablar con el Santísimo Sacramento con palabras tiernas y suaves…: Oh Señor y Esposo mío, ya es llegada la hora de mí tan deseada… etc.’ (BMC 18,83). En ese mismo año interviene como testigo y como parte, en el proceso de recuperación de los restos mortales de la Santa, trasladados a Avila (MHCT 6, 519-523; cf además las pp. 259, 263-264). Mariana falleció en el Carmelo de Santa Ana de Tarazona, el 13.12.1615.
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