Es uno de los mayordomos de doña Luisa de la Cerda. Como ‘alcalde y mayordomo’ de ésta en Malagón comparece en las ‘nuevas escrituras’ de fundación, firmadas por la Santa el 30 de junio de 1576 (BMC 5, pp. 389 y 394). Con motivo de nuevas capitulaciones de Dª Luisa a favor de ese Carmelo en 1576-1579, se vuelve abnegado colaborador de T, hasta el punto de querer ésta obsequiarlo de forma especial en vista de que ‘ha trabajado mucho en esta casa’ (cta 180,2). Nuevamente pondera ella su laboriosidad: ‘lo que trabaja en esto de Malagón y en cuanto se me ofrece, no lo puede creer’, escribe a María de san José (cta 188,2), y cuenta cómo le ha regalado un precioso relicario traído de Sevilla. No habían sido tan positivas las relaciones de ambos en el lejano 1568, cuando se conocieron (cf cta 8,4).
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