Como en su tiempo, T designa con ese topónimo a América. (Nunca, Indias ‘Occidentales’). De América tiene ella idea limitada, como la de sus coetáneos castellanos. Se le aclara y amplía a base de las referencias que le van llegando: con la partida de sus hermanos, de la familia abulense de los Vela, del P. García de Toledo, etc.; con la llegada y los informes del fogoso misionero F. de Maldonado (F 1,7); con las cartas de sus hermanos desde América; finalmente con los relatos infantiles de su sobrina Teresita (Cta 89,3). Ella misma mantiene intenso carteo con América: ‘para las Indias he escrito cuatro veces, que se va la armada’ (cta 39,1: febrero de 1572; cf 43; 51,8; 364,6; 366,8). En el actual epistolario teresiano (21 referencias, al menos), el paisaje de Las Indias aparece como un mundo de aventura y de riesgo: en él mueren sus hermanos Rodrigo, Jerónimo y Antonio; de él le llegan ayudas económicas para sus Carmelos (V 33,12) y su familia (ctas 2,6-7; 319,7; 332,6; 350,5); de él regresan ‘conquistadores’ más o menos afortunados, como Antonio Rodríguez, Varona, Morán… (cta 2,6); de él regresan sus hermanos Lorenzo y Pedro (F 25,3) y ella quisiera que regresaran todos los otros (cta 379); en cambio, a Las Indias volverá su sobrino Lorenzo, y más tarde también el otro sobrino, Francisco de Cepeda… En 1576, cuando estalla la polémica en torno a su persona y su obra de fundadora, en Sevilla cunde el rumor de que a ella misma la envían a América. Se lo refiere la priora de Sevilla, y ella humoriza: ‘En gracia me ha caído la ocasión con que me envían a las Indias’ (cta 152,6). Sus referencias (pocas) a los habitantes aborígenes pueden condensarse en la frase que ella escribe a su hermano Lorenzo de Cepeda, residente en Quito: ‘esos indios no me cuestan poco. El Señor les dé luz’. Añadiendo una referencia dura, alusiva quizás a los de su entorno: ‘como ando en tantas partes y me hablan muchas personas, no sé muchas veces qué decir, sino que somos peores que bestias, pues no entendemos la gran dignidad de nuestra alma’ (cta 24,13; cf 414,5). El interés de T por Las Indias forma parte de su sensibilidad humanista, y sin duda dilató el espacio social y geográfico de su paisaje interior. América, familia de Santa T en.
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