Nativa de Segovia. Hija de Diego de Jimena y de Antonia Temporal. A fines de 1570, estando la Santa en Salamanca, pide el hábito y presenta a la par un informe del jesuita Juan de León, que satisface plenamente a la Santa. Esta le responde dejando a su libre elección el Carmelo que prefiera, pero añadiendo que ‘verdad es que querría tomase el hábito adonde yo estuviese, porque cierto deseo conocer a vuestra merced’ (cta 30,4). Isabel ofrece buena dote (‘3000 ducados’), ‘que es mucha’, le agradece la Santa (ib 3). Ingresa en el Carmelo de Salamanca y, siendo novicia, cantó el día de pascua (15-16 de abril de 1571) el ‘cantarcillo’ Véante mis ojos, dulce Jesús bueno…, que motivó el éxtasis referido por T en la R. 15 y recordado en las Moradas (6.11.8). ‘Siempre que la Santa iba a Salamanca, solía decirle: venga acá, mi hija, cánteme aquellas coplillas’ (BMC 8, 329). Isabel profesa en Salamanca el 14.6.1573. Aquí convive con un grupo de jóvenes extraordinarias (Ana de Jesús, Lobera, Leonor de Jesús, Ledesma, Isabel de los Angeles, Ruiz…). En 1574 fue de supriora a la fundación de Segovia. Regresó luego a Salamanca, y desde ahí pasó, con la Santa, a la fundación de Palencia, donde quedó de priora hasta el 3.5.1581, fecha en que volvió a Salamanca, donde fue priora de 1586 a 1589, y donde falleció en noviembre de 1614. Isabel tiene el mérito de haber hecho personalmente la copia más antigua del Camino de Perfección (BMC 20,125; 18, 45.60), revisada por la Santa y firmada por ésta en Alba de Tormes el ‘8 de febrero de 1573’. Testificó dos veces en el proceso de beatificación de la Santa, el 3.1.1592, y el 20.7.1610, y en la respuesta a la 2ª pregunta recuerda vivazmente el episodio del éxtasis de Pascua (BMC 20, 118-134). Siendo priora, testificará igualmente en el proceso en torno a los restos mortales de la Santa (MHCT 6, 379-384). Se conserva una carta de la Santa a ella (cta 30).
Por