Carmelita en la Encarnación de Avila, y luego en el Carmelo teresiano. En 1567 se presenta a Rubeo como supriora de la comunidad (EstTer 1, 296). El visitador subraya el aprecio de Isabel por la priora de la comunidad, doña Francisca de Briceño. Es todavía supriora, cuando se ofrece para acompañar a la Santa a la fundación de Medina: ‘Era supriora entonces de allí, y defendiéronle mucho la salida’, lo anota T en el relato de las Fundaciones (3,4). En Medina hizo de supriora, y sucesivamente de priora de Valladolid, de donde la traerá consigo la Santa al ser nombrada ella priora de la Encarnación (1571). En 1572 participa en la Respuesta a un desafío (n.7). Todavía está en la Encarnación en 1577, en la célebre ‘elección machucada’, en la que se enfrentó con el compañero del provincial (Cf EstTer 3,295; y Retablo de Carmelitas, p. 51). (Cf ctas 41,7; 43,2; 98,11).
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