Carmelita en La Encarnación de Avila. Era aún niña en 1567, cuando Rubeo visitó el monasterio. Residía en la celda de la gran amiga de la Santa Juana Suárez (V 3,4), juntamente con Leonor de Cepeda. Intenta pasar al Carmelo teresiano, pero enferma y regresa a La Encarnación. En 1572 es la primera en firmar el cartel de Respuesta a un desafío (n. 5). Trabaja en la enfermería ‘curando enfermas harto trabajosas’ (ib).
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