Probablemente italiana, que había estado al servicio de Nicolás Doria antes de ingresar carmelita, y que luego debió intentar también ella ingresar en el Carmelo. La Santa escribe a Doria: ‘¿Por qué no me dice vuestra reverencia de la nuestra Lucrecia?’ (cta 325,2). Y el antiguo editor de las Cartasanota: ‘La Lucrecia habría servido a nuestro padre [Doria] cuando estuvo allí seglar, o pudo ser la que él solicitaba antes para monja y padeció sus repulsas…’ (ed de Madrid 1771, IV, p. 111).
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