Sacerdote amigo de la Santa, y luego obispo, célebre por haber iniciado el proceso de beatificación de ésta. Nacido en Córdoba. Hijo de Francisco Manrique de Aguayo y Juana de Figueroa. Siendo canónigo de Toledo, entabla buenas relaciones con T (cta 135,9). Luego es inquisidor en Murcia. Sucesivamente obispo de Cartagena, Avila y Salamanca. En funciones de obispo salmantino, en vida de T extiende a favor de ésta la licencia para el cambio de casa en la ciudad: ‘por la presente damos licencia y facultad a la religiosa Teresa de Jesús, fundadora de la dicha Orden, para que … pueda trasladar y mudar las dichas religiosas y convento a otra casa desta ciudad’ (12.9.1579: BMC 6,152). Más importante fue su actuación tras la muerte de la Santa. El prelado se trasladó a Alba a venerar sus restos incorruptos, e inmediatamente decidió iniciar el proceso informativo: 15.10.1591, preparando el interrogatorio de los testigos (6 preguntas generales y siete particulares: BMC 18,1-5), reservándose personalmente la recepción de cada una de las declaraciones (‘dijo que el examen de los testigos reservaba y reservó para que se hiciese en su presencia’: ib 1), y comenzando por los personajes más calificados de la urbe: Báñez, Ribera, E. Enríquez… (BMC 18: testigos de Salamanca, pp. 6-79; de Alba, pp. 80-152). Ya antes, a partir de 1586, había tenido que intervenir en el pleito promovido por el Duque de Alba acerca la posesión del ‘cuerpo’ de la Santa (MHCT 6, 248.311…). En cambio, no intervino en la publicación de sus Obras (Salamaca 1588). Don Jerónimo falleció el 1.9.1595.
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