Es una de las ‘señoras’ que preparan la fundación del Carmelo de Caravaca. Viuda de Alonso Muñoz. Había acogido en su propia casa a las jóvenes caravaqueñas que solicitaban la fundación, entre ellas a su sobrina Francisca Sahojosa (F 27.,1…). Fue ella quien envió ‘un mensajero propio’ a la Santa, desde Caravaca a Avila. ‘Es la señora que les ayudó para la fundación’, anota T (ib). En las escrituras fundacionales de 31.12.1575 se la presenta así: ‘Catalina de Otálora, viuda, mujer que fue del licenciado Alonso Muñoz, del Consejo de Su Majestad, oidor que fue de su real Consejo de Indias…’ (BMC 6, 269; la firma de Otálora en p. 279). En 1577, la Santa tiene que aclarar a uno de los familiares de Otálora, Antonio Muñoz, ‘que no tenemos por monja a doña Catalina de Otálora ni nunca lo fue, sino viuda que ayudó a aquella fundación y ahora no creo está allí ni yo la conozco…’ (cta 194,5). En cambio, varios años después se interesa por ella san Juan de la Cruz en carta a la priora de Caravaca: ‘Mucho se dilata esta junta, y pésame por amor de la entrada de doña Catalina, porque deseo da…’ (truncado ahí el texto del Santo: cta 5, 6: de junio de 1586). Caravaca, fundación.
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