Son tres los obispos que intervienen en las tres últimas fundaciones de la Santa. Don Alvaro de Mendoza, todo un caballero, en la de Palencia. Don Cristóbal Vela, abulense y algo pariente de T, pero más adverso que amigo, en la de Burgos. Y un obispo letrado y espiritual, Alonso Velázquez, en ésta de Soria. Velázquez, ahora obispo del Burgo de Osma y más tarde prelado de Santiago de Compostela, está muy entrañado en los secretos místicos de T, que recientemente le ha dirigido, muy en la intimidad, la última de sus Relaciones (R 6). Años antes, en Toledo, había compartido con el P. Gracián la iniciativa de la redacción del Castillo Interior. Ahora, al historiar ella la fundación del Carmelo soriano (F 30), comienza evocando la figura del Prelado y perdiéndose literalmente en un recordatorio de elogios y gratitudes. Fue él quien desde Soria le envió una carta a Palencia reclamando su venida: ‘Decíame cómo una señora que allí confesaba le había tratado de una fundación de monasterio de monjas nuestras… Yo me holgué harto’ (F 30,2). Y apenas terminada la erección del Carmelo palentino (26 de mayo de 1581), elige su mesnada de monjas fundadoras y se pone en camino (29 de mayo). Viaje de primera, gracias al prelado oxomense. T llega a Soria tras cinco jornadas, el 2 de junio.
La señora que proponía la fundación era una dama de abolengo: ‘Llámase esta señora fundadora doña Beatriz de Beamonte y Navarra, porque viene de los reyes de Navarra, hija de don Francés de Beamonte’ (ib 3). Efectivamente, doña Beatriz era una insigne dama navarra. Hija y heredera de don Francés de Beamonte, señor del castillo de Arázuri y una de las grandes figuras del reino navarro. En Soria, doña Beatriz había casado con un acaudalado regidor de la ciudad, don Juan de Vinuesa. Había enviudado en 1572. Y, al llegar a Soria la M. Fundadora, doña Beatriz le hace entrega de su palacio, sito en la plaza de Fuentes Cabrejas, intramuros de la ciudad. E inmediatamente costea un pasillo que comunique el palacio con la iglesia que el prelado Velázquez pone a disposición de la Santa y de sus monjas. Más adelante la misma doña Beatriz fundará otro Carmelo en Pamplona (1583) y en él vivirá de carmelita con el nombre de Beatriz de Cristo, hasta su muerte (1600).
Para la Santa todo fueron facilidades. Inaugura el nuevo Carmelo al día siguiente de su llegada: 3 de junio. Lo pone bajo la advocación de la ‘Santísima Trinidad’. Se despide del P. Doria, que en nombre de Gracián (BMC 6,343) la había acompañado en el viaje de venida. Deja por priora a una carmelita de alta calidad, Catalina de Cristo, elegida el 15 de junio (ib 349). Regulariza con doña Beatriz las escrituras fundacionales. Y, antes de partir rumbo a Segovia y Avila (día 16 de agosto), extiende unas cuartillas con una larga serie de instrucciones y recomendaciones para la priora (A 17), puntualizando detalles aún pendientes. Precioso apunte que, pese a las mil y una peripecias padecidas, ha llegado incólume hasta nosotros.
Quedaba en marcha el Carmelo de Soria. El año que le resta de vida, la Santa ya no lo perderá de vista, por dos motivos especiales: por mantener vivas sus relaciones con la admirada priora, Venerable Catalina de Cristo; y porque en ese Carmelo de Soria ingresa otra navarra excepcional, Leonor Ayanz y Beamonte, en el Carmelo Leonor de la Misericordia, futura fundadora de los Carmelos de Pamplona y de Barcelona, y buena escritora. La Santa le escribe reiteradamente (ctas 444, 449, 456), y ella misma será la primera en componer una hermosa biografía de la M. Catalina. Beamonte y Navarra, Beatriz de.
Bibl. La documentación sobre la fundación del Carmelo de Soria puede verse en la BMC 6, 343-358. Cf además: Leonor de la Misericordia, Vida de la Venerable Catalina de Cristo. Edición crítica preparada por Pedro Rodríguez e Ildefonso Adeva. Burgos (BMC tomo 28) 1995; Albano García Abad, Soria, fundación de santa Teresa. Burgos 1968; T. Alvarez, Recuperación de dos manuscritos autógrafos de santa Teresa y de san Juan de la Cruz. (Estudio del Apunte 17), en ‘MteCarm.’ 106 (1998), 505-620.
F. Domingo