De Medina del Campo. ‘Señora de Fuentelsol’ (BMC 5, 348). Ofrece casa al P. Antonio de Heredia y a Julián de Avila para la fundación del Carmelo de Medina. Cuenta la Santa: ‘El [P. Antonio] lo trató con una señora que le tenía devoción, que tenía una casa que se le había caído toda, salvo un cuarto, y era muy buen puesto. Fue tan buena, que prometió de vendérsela, y así la concertaron sin pedirle fianzas ni más fuerza que su palabra… Esta casa estaba tan sin paredes, que a esta causa alquilamos estotra, mientras que aquella se enderezaba…’ (F 3,3). El cronista de Reforma explica: ‘el P. Prior, de una devota suya, señora de la Fuente del Saúco, llamada Dª María de Herrera [sic], compró una casa en la calle de Santiago, de las principales de la villa, donde ahora está el convento… El sitio era muy bueno. La casa tal que más parecía solar de las montañas que habitación de gente principal. A la entrada tenía un zaguán de casa grande, pero a teja vana. Seguíase el patio capaz. En el lienzo frontero del zaguán estaban unos pedazos de edificios que habían sido aposentos y salas y una escalera que en algún tiempo sirvió. Lo demás eran ruinas…’ (Reforma 1,2,5, p. 220). En cambio, Julián de Avila se ufana: ‘alquilé una casa, la mejor y más prencipal que hay en todo Medina, y hice un arrendamiento, obligándome a pagar 51.000 maravedís cada año de alquiler. De lo cual, cuando la Madre lo supo, se holgó en gran manera’ (Vida, 2,8, p. 250).
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