Población de La Mancha, diócesis de Cuenca. Cuando llega a ella santa Teresa en 1580, la población ostenta ya el título de ‘villa’, que le han otorgado los Reyes Católicos a fines del siglo anterior (1492). Según el censo de la década de los 70, la villa contaba unos 800 vecinos, que sumarían aproximadamente unos 3.000 habitantes. El trazado urbano constaba de calles hermosas y rectas. Casas de buena hechura, con fachadas ornadas de escudos heráldicos. Dotada de gran iglesia parroquial, con el título de San Pedro, ‘edificio suntuoso de una sola nave y amplísimas proporciones, pudiendo asegurarse que es la mejor de toda la provincia’, aseguraba todavía en el siglo pasado el diccionario de Madoz. La villa contaba además con un convento de franciscanos, y en las afueras una ermita dedicada a Santa Ana, en la que establecerá su Carmelo la Madre Teresa.
La villa estaba asentada en la extremidad de una vega larga y estrecha, regada por el riachuelo Valdemembra, y respaldada por pequeñas colinas. Escasa en provisión de agua, en el pueblo mismo abundaban los pozos artesianos: apenas funde su nuevo Carmelo, la propia Madre Teresa se apresurará a excavar uno más en el patio del convento. Economía predominantemente agrícola, con abundancia de grano, olivares y viñedos; azafrán y cría de ganado. Por aquellas fechas contaba, además, con una pequeña industria de lana y de lienzo. Los ingresos más conspicuos provenían de la cosecha de trigo, cebada, aceite y vino, ‘del cual se recogían al año 50.000 arrobas. El diezmo subía a 400 fanegas de pan, 150 arrobas de lana, de las 1500 que se recogían, y 100.000 maravedises a que subía el arriendo del vino. El vecindario se componía de un tercio de labradores, otro de oficiales y otro de jornaleros. La administración dependía de trece regidores, que llevaban el título de magníficos y formaban el Concejo, a quien competía elegir, en nombre de Su Majestad, a las autoridades, que eran los Alcaldes ordinarios, un Alguacil Mayor, un Alcalde de Hermandad, y un Fiel Ejecutor’.
BIBL. Angel María Plaza, La Santa Andariega en Villanueva de la Jara, Valencia 1980, p. 74.