1. Lo mismo que Vida, también el Camino fue redactado por la autora dos veces. Conservamos las dos redacciones autógrafas. El autógrafo primero se conserva en la biblioteca del Escorial y suele designarse CaminoE. El autógrafo segundo se conserva en las carmelitas de Valladolid y suele designarse CaminoV. Este segundo tuvo amplia difusión manuscrita en los Carmelos coetáneos de la autora, que corrigió personalmente varias de sus copias. Los dos códices autógrafos han tenido la correspondiente reproducción en facsímil, que los hace accesibles al lector de hoy. El CaminoE fue editado en Valladolid el año 1883 por F. Herrero Bayona. El CaminoV, en Roma 1965 (Librería Editrice Vaticana) por Tomás Álvarez y Simeón de la Sagrada Familia.
2. El autógrafo primero: CaminoE. Lo escribe Teresa en San José de Avila para la naciente comunidad de diez o doce monjas, de las que ella es priora y formadora. Lo redacta hacia 1566 a petición de las destinatarias, dialogando con ellas como hijas, amigas, hermanas. Resulta que las carmelitas de San José, sabedoras de que su priora había escrito para ciertos letrados el Libro de la Vida, le insisten (hanme tanto importunado) que ponga por escrito las lecciones que cotidianamente les imparte de palabra. El libro nace en ese clima de confianza, de intimidad y de amor recíproco, atestiguados en el prólogo. Actualmente, el autógrafo se conserva en la sección de Reservados de la Biblioteca del Escorial.
3. Es un cuaderno de 210 x 175 mm. Consta de 147 folios, numerados por mano ajena. Todos ellos autógrafos de la Santa, menos el índice (folios finales s.n.) En un primer momento intentó fraccionar el texto e insertar en él los titulares de cada capítulo. Luego desistió y redactó el libro como una prolongada conversación. Terminado el escrito (f. 145v), le añadió un doble complemento: primero, cuatro páginas (ff. 146-147), que deberían ser insertadas en el capítulo sobre la oración de quietud: contenían la preciosa comparación del niño que aún mama; y acontinuación, los títulos de los 73 capítulos del libro, dictándolos a una monja que le hace de amanuense (menos los títulos 56 y 57, escritos por ella misma). Son los seis folios finales, no numerados. El autógrafo está repleto de tachones y enmiendas del censor, que, obviamente, no otorgó la aprobación del manuscrito y quizá sugirió a la autora escribirlo íntegramente de nuevo. A pesar de esos borrones, las páginas del autógrafo son de escritura fluida y vigorosa, sin titubeos de pluma, de presencia espléndida, con la grafía más personal y valiente de todos los autógrafos teresianos.
4. Autógrafo del Camino V. Escrito también en el Carmelo abulense de San José. Probablemente a finales de 1566 o principio del año siguiente. Sin intervalo tras la redacción anterior. Desde fecha inmemorial se conserva en el Carmelo de Valladolid. Es un códice de 210 x 155 mm. De 207 folios numerados por la autora, más otros dos iniciales no numerados. En uno de éstos escribió la Santa en fecha tardía el título-dedicatoria de la obra: Este libro trata de avisos y consejos que da Teresa de Jesús a las hermanas religiosas e hijas suyas... Otra mano escribió a vuelta del folio un nuevo título, entreverado de tachas y titubeos: 'Libro llamado camino de perfecion', y a continuación añadió Teresa, de propia mano: va dirigido a las monjas descalzas de nuestra Señora del Carmen de la primera regla. El códice carece de índice. Ha incorporado al texto los títulos de los capítulos, reduciéndolos a 44, si bien de hecho quedarán en 42. Revisado todo él por los censores de turno, con tachas, subrayados y notas marginales, que obligaron a la autora a arrancar varios folios (ff. 19, 32, 59-64), entre ellos los cuatro que desarrollaban la comparación del juego de ajedrez. De suerte que en el cuaderno hay páginas de tercera redacción (por ejemplo, las que tratan el tema del amor puro, ff. 19, 32-33). Al rehacer el texto en esta segunda redacción, Teresa se atuvo a las correcciones hechas por el censor en CaminoE: retocó los pasajes recelados, insertó las páginas que contenían la comparación del niño y omitió los pasajes tachados, de modo que ya no pasó al CaminoV la atrevida apología de las mujeres (c. 3,9) etc. El cuaderno es de grafía esmerada y páginas perfectamente centradas, enmarcadas con un trazo vertical por el margen izquierdo. Pero con numerosos párrafos tachados por el censor.
5. Apógrafos. Ya en tiempo de la autora el Camino tuvo normal difusión en los Carmelos fundados por ella. Era el libro de formación según el espíritu y el estilo de la fundadora. Ella misma se interesaba frecuentemente en la revisión de esas copias, hechas a veces precipitadamente, doliéndose de los lapsus y errores incurridos por los amanuenses improvisados (cf BMC 18, 484). Entre ellas, nos han llegado tres retocadas por la propia Santa. Son las copias de Madrid, Salamanca y Toledo.
a) La primera de las tres se conserva en el Carmelo madrileño de 'Santa Teresa' (calle Ponzano). Es un códice precioso, encuadernado en láminas de plata, de letra nítida, muy apta para la lectura comunitaria, con numerosas correcciones del texto hechas por la Santa, que en la página final autentica la copia así: Tiene este libro ciento ochenta y tres hojas [en realidad, sólo 83] Es traslado de uno que yo escribí en San Josef de Avila y por ser verdad lo firmo de mi nombre: Teresa de Jesús carmelita.
b) Ligeramente posterior es la copia de Salamanca (este traslado se sacó año de 1571, se anota en el colofón). Revisada y corregida toda ella por Teresa, que escribe bajo el colofón: he pasado este libro: paréceme está conforme al que yo escribí que estaba esaminado por letrados En este monesterio de nuestra Señora de la Anunciación del Carmen, en esta villa de Alba de Tormes a viii de febrero, año de IVdlxxiii [1573]. Teresa de Jesús carmelita.
c) Pero la copia más interesante entre las corregidas por Teresa es la conservada en las carmelitas de Toledo. Realizada a principios de 1579 por un amanuense letrado que se toma grandes libertades en la manipulación literaria del texto, ese mismo año es meticulosamente corregida por la Santa, que introduce en él centenares de retoques y anotaciones para preparar la primera edición del libro. (Más adelante volveremos sobre el tema).
En conclusión, ningún otro escrito teresiano fue seguido tan de cerca por la autora, tantas veces reelaborado y retocado por ella. Por ella misma difundido en sus Carmelos hasta decidir su edición. Buen índice de la importancia que le concedíó a posteriori, así como del interés que tuvo su presencia y lectura en los Carmelos coetáneos.