La familia es el espacio en que Teresa se abre a la vida y da sus primeros pasos. Nos interesa puntualizar lo que conocemos de ella: el ambiente, los quehaceres, las personas, el nivel cultural... También el ocaso familiar: Teresa tendrá que asistir a la dispersión y desintegración del hogar. Al abandono del caserón natal. Y posteriormente a la parcial restauración familiar, pero ya no en el viejo hogar.
1. En tiempo de Teresa, el hogar era 'el lugar donde se enciende la lumbre y el fuego para servicio común de una casa' (Covarrubias), y en torno a ese fuego material, tan necesario en ambientes fríos como Ávila, era a la vez el lugar del calor humano y afectivo que une y reúne a los miembros de la familia, pequeña célula de vida que nace y crece y crea el espacio y el humus adecuados para la intimidad. En la presente ficha nos ocuparemos únicamente del aspecto material del hogar, la casa o casas donde Teresa nació y creció, al menos durante los 20 primeros años de su vida. Ese hogar estaba situado en el casco urbano de Ávila, no lejos de la muralla sur, con una especie de prolongación ocasional en la aldea de Gotarrendura. Es decir, hogar urbano intramuros de la población, con un suplemento campesino en campo abierto.
2. La familia Cepeda-Ahumada tenía raíces paternas en Toledo, donde había residido el padre don Alonso y el abuelo don Juan Sánchez. Por el lado materno, la familia radicaba en Olmedo, donde habían residido los abuelos maternos Juan de Ahumada y Teresa de las Cuevas. Esta última, único ancestro conocido por Teresa. Pero el arraigo más determinante era el de Toledo. Allí habían hecho vida judaizante el abuelo y su familia también el padre de Teresa, que luego, de judeoconversos, habían sido penalizados por la Inquisición a finales del siglo anterior. Allí había florecido el negocio familiar de mercaderes, que en la última década el s. XV ampliaron el negocio en Ávila, donde poco a poco emigraron los hijos de Juan Sánchez, conocidos como 'los toledanos'. Don Alonso se estableció en la Caldeandrín. Ahí se casó con Catalina del Peso, con quien fundó el primer hogar en 1505. Con ella se trasladó al barrio de Santo Domingo, a la Casa de la Moneda, que sería su residencia definitiva y donde nacería Teresa.
3. Hasta que en 1507 fallece doña Catalina, y una sombra de soledad y de frío se abate sobre el hogar. Don Alonso hubo de hacer entonces el inventario de «La facienda que teníaal tiempo que murió mi mujer, que santa gloria haya, Catalina del Peso, esto es, sin las deudas e otras cosas que están en otro cuaderno». Y a los pocos años (1509) casó en segundas nupcias con doña Beatriz de Ahumada, la que sería madre de Teresa. Ambos fundaron el segundo hogar en la misma casa de la Moneda. En principio era ésta un caserón viejo y abandonado, que ya no servía de ceca.
4. Luego, el hábitat de don Alonso con la nueva familia se hizo amplio y holgado, con la adquisición de unos inmensos caserones apenas agrupados, con sus respectivos corrales, y con amplia huerta regada a base de una noria, que a su tiempo sería conocida y quizás usada por Teresa adolescente. Afortunadamente, el mencionado 'inventario' de 1507 ha llegado hasta nosotros, y por él conocemos algo de la vida y el ajetreo de la casa. Ante todo, don Alonso tiene a su servicio un grupo de 'mozos' y otro de 'mozas', más alguna 'mocica', que no figuran como empleados ocasionales sino permanentes, pues residen en casa día y noche. Para guardar sus haberes dispone de una batería de 'arcas y arcones' (no menos de diez) que contienen las mercaderías en venta: en el 'arquetón de cofre' se guarda el oro, «dos cadenas de oro, que hay cuatro vueltas , seis anillos de oro pequeños , seis manillas de oro, otra poma quebrada, grande; dos pinjantes que valen 400; otros pinjantes , una cruz que valió de obra 80 '. Lienzos de toda clase: 'paño francés, de Holanda, de Ruan, de Londres, de Milán, de Toledo, de Valencia, de Segovia, damasco de oro , un petral de cascabeles de hilo de oro y los cabos de Arabia, con una bola de grana». Hay comestibles varios: «deciséis quesos están en Ávila; otros deciséis quesos quedaron en Parral, más trajo de Guadanil otros seis quesos; conservas, miel e otras cosillas Un poquito de almizquite e estoraque, e una redomita de las grandes de aceite de mesto y, en otro un poco, e unos botezuelos de vidrio para aceite, vacíos...» Se anotan en el inventario los objetos 'empeñados', así como el dinero adeudado por la reina: «me debe la reina nuestra señora 10.154 maravedís...» etc. etc. Son botones de muestra del ingente inventario. En total, más de 330 artículos, que llenaban los arcones del mercader, cuidadosamente enumerados, acotados con su respectivo precio y mezclados con prendas y objetos de uso privado del propio don Alonso (por ejemplo, «mis armas, miespada negra, cinto y puñal negro»), todo en pleno desorden, provocado probablemente por la reciente ausencia de su difunta primera mujer.
5. Era el mundo del comercio en que se movía la pequeña empresa familiar, abierto de par en par a la clientela de la ciudad, y que se prolongará normalmente en la siguiente década, cuando entre en escena Teresa niña. Es muy posible que ese mundillo de compraventas haya influido en ella, que años adelante se apodará a sí misma baratona y negociadora, muy entendida en dineros y negocios.
6. Más allá de ese inventario de 1507, había ocurrido el hecho importante de las segundas nupcias de don Alonso, y la llegada de doña Beatriz al hogar abulense. La nueva señora de la casa había aportado en su dote nuevas riquezas y enseres: las casas y el palomar de Gotarrendura, con fincas y tierras, más «dos yugadas y tres majuelos» en los espaciosos campos del entorno y un gran rebaño de ovejas que llegarían con el tiempo a las «2000 cabezas de ganado lanar (es la cifra puntualmente dada por los vecinos de la aldea). Lo cual quiere decir que al menos un pequeño número de campesinos, labradores y pastores al cargo de esa hacienda estaban vinculados a la familia de don Alonso. Este disponía de «unas angarillas de mujer, con todo su aderezo de cinchas enforradas en veinteedoseno, nuevas, que costaron mil maravedís», más un caballo y una mula morata para los desplazamientos de doña Beatriz y quizás de Teresa a Gotarrendura. Lo más verosímil es que para Teresa, niña o joven 'de ciudad', el encuentro con palomas y rebaños y pastores y renteros tuviera encanto especial, por lo menos le abriese horizontes más espaciosos que el angosto recinto ceñido por las murallas de la ciudad. Gotarrendura, de hecho, ejercía su fuerza de atracción sobre la familia. Allí habían celebrado la boda don Alonso y doña Beatriz. Y ahí vendría esta última a rendir su postrer aliento, muy joven todavía, cuando Teresa sumaba sólo catorce años. Es importante que el hábitat infantil de Teresa tuviera ese doble horizonte: urbano y campesino.
Veremos enseguida la formación de la familia, y a cada uno de sus componentes.
- El hogar de Teresa
- El padre de Teresa, Don Alonso Sánchez de Cepeda
- La madre de Teresa
- Los hermanos de Teresa
- La familia de Teresa en América: pensamiento americano de Teresa
- El pleito de hidalguía de D. Alonso y sus hermanos
- Pleito entre hermanos o la desintegración del hogar
- El ocaso de la familia
- Vida espiritual en la familia
- Nivel cultural de la familia Cepeda-Ahumada