1. Cierto, no se trata de escritos de la Santa. Pero, al lado de ellos, lo mismo que al lado de sus biografías, las leyendas han contribuido de manera especial a perfilar la imagen popular de Teresa y han influido no sólo en su iconografía religiosa sino en la meramente artística. Frente a la versión de los estudiosos y de los pintores, empeñados en presentarla como la Seráfica santa Teresa, o como la Santa del éxtasis, o como la escritora inspirada por la mística paloma, la imaginación popular ha propendido a verla sencillamente realista y humana, con sentido del humor, con la sal de sus dichos, andariega de caminos e inquilina de pobres ventas castellanas, monja para quien 'entre los pucheros anda Dios'. La leyenda de Teresa dio sus primeros pasos en el siglo XVII, a poco de su canonización, difundida por los grabadores italianos, flamencos y franceses, en las 'vitae effigiatae' de entonces. Por primera vez las puso en letra de molde Roque Fazi (Ocarm) en su libro Gracias de la gracia (Zaragoza 1757). Fazi anotó de un lado las anécdotas y máximas históricas y en secciónaparte el manojo de leyendas que corrían en boca del pueblo (pp. 330-336). En nuestro tiempo se ha seguido esa misma pauta: por un lado, se ha difundido el anecdotario teresiano (por ejemplo, Alfonso Ruiz: Anécdotas Teresianas, o J. Gicquel en su Les fioretti de sainte Thérèse d'Ávila), o mucho antes El polvo de sus sandalias, de C. Albarrán). Y por otro lado el ramillete de lo fantaseado, por ejemplo, el precioso libro de Otilio Rodríguez: Leyenda áurea teresiana (Madrid, 1970) o el comic de J.L. Cortés, Teresa la de Jesús, o tantos otros comics, sin que hayan faltado versiones chavacanas como la de C. Bretécher.
Un buen muestrario de esa variedad de fiorettis legendarios, con la respectiva documentación bibliográfica, puede verse en el citado libro de Otilio Rodríguez, en el que se refieren no menos de 34 leyendas.
2. En la imposibilidad de abordar aquí la presentación o la simple enumeración de las mismas, podemos diagramarlas por su contenido en media docena de matices:
a) Hay leyendas que se proponen destacar en Teresa el sentido del humor: así, por ejemplo, las cuatro o cinco protagonizadas por Maribobales, leguita portuguesa que se disfraza de obispo para bendecir pontificalmente a Teresa enferma, que no entiende lo de oración trinitaria, que se pone a danzar con el cesto de la vajilla sobre la cabeza para arrancar una sonrisa a la Santa, etc. Hay el trasfondo de los cambios de nombre en sus cartas: Matusalén, Melquisedec, el Pausado , lo de obediencia con torreznos , el dicho que tantas veces se le ha atribuido: un santo triste es un triste santo o su reacción al verse malretratada por el lego fray Juan de la Miseria
b) Las hay que subrayan el humanismo de Teresa o su realismo ante la vida cotidiana. Así, el episodio manchego 'cuando perdiz perdiz, cuado penitencia penitencia', que tanto ponderó el teólogo alemán Karl Rahner; y la sentencia enfática que glosó a su modo el filósofo Jacques Maritain (que 'la vida sería intolerable si no hubiese poesía'), y el más celebrado de todos: Teresa sola no vale nada; Teresa más una blanca y Dios lo puede todo (glosado en francés, en italiano, y en inglés: with God and two ducats I can do anything)
c) Hay otras que glosan la vida casera de Teresa con sus monjas: por ejemplo el episodio de la mencionada Maribobales, encargada por la Santa priora de predicar un sermón en plena recreación; o la loa de su íntima enfermera: Ana Ana, tú tienes las obras, yo tengo la fama; o a una monja desarreglada: una monja mal tocada es como una mujer malcasada
d) Las hay que subrayan su sentido de trascendencia, comenzando por el episodio legendario de ella que a media escalera se encuentra con Jesús Niño, y dialogan: Tú quién eres? Yo, Teresa de Jesús. ¿Y tú? Jesús de Teresa, leyenda que encantó al poeta catalán Mosén Cinto y lo mismo al autor del comic 'Teresa la de Jesús'. Más hermoso, el otro diálogo con quien le advierte que en el cielo se topará con santos mil veces más encumbrados que ella, en el cual caso ¿qué hará? Y la respuesta: que en el cielo haya santos más encumbrados que yo, lo veo normal; que haya quienes amen más que yo, no lo podré soportar, escenita grabada en un hermoso cuadro francés que tuvo la suerte de presidir en Lisieux la estancia de Teresita enferma, y lo mismo en Dijon la de sor Isabel de la Trinidad. Luego, el episodio de las tres mentiras (hermosa, discreta y santa!); el del San José Parlero, el relato del grupo de monjas fundadoras orando a toque de campanilla en el carromato y meditando el Paternóster ; la leyenda grabada en la iglesia romana de la Victoria, por encima del grupo de la Transverberación, de L. Bernini, esta vez haciendo intervenir al Padre Eterno: SI COELUM NON CREASSEM, OB TE SOLAM CREAREM!...; la historieta divulgada por san Josemaría Escrivá en Camino (n. 761). Legendario también el lema del 'cuarto de hora' , tan difundido por san Enrique de Ossó: 'dadme cada día un cuarto de hora de oración y yo os daré el cielo'. De calado más teológico es la sentencia, según la cual Dios no tiene otras manos que las nuestras: Santa Teresa', mucho más sabihonda en la versión inglesa; 'Christ has no body on earth but yours, no hands but yours, no feet but yours. Yours are the eyes through which is to look out Christ's compassion to the world. Yours are the feet by which He is to go about doing good. And yours are the hands by which He is to bless now'. Precioso, pero
e) Hay otra serie de leyendas empeñadas en confrontar a Teresa con san Juan de la Cruz. Entre las más célebres, la de los dos fundadores cenando en una venta del camino: cuando la generosa ventera les regala de propina un pastel a cada uno, fray Juan se abstiene de probarlo; en cambio, Teresa da buena cuenta de él y comenta: si tan buenos son los pasteles de la tierra, cómo serán los del cielo! O bien, yendo de camino los dos santos fundadores y sonrojándose fray Juan por los piropos que les propina un grupo de mozalbetes, ella glosa la broma: fray Juan, fray Juan, no se sonroja la dama y ¿se avergüenza el galán? Es igualmente célebre la leyenda de los carromatos medio hundidos en un trampal, y cuando ella se queja al Señor, él le responde: Teresa, así trato yo a mis amigos. Y Teresa: por eso tenéis tan pocos!, quizás mera resonancia de lo escrito por ella ¡esta vez histórico! cuando fray Juan se evadió de la carcelilla toledana: terriblemente trata Dios a sus amigos! (cta 233,3).
f) Quedaría todavía otra serie que realza la feminidad de Teresa.
3. En un somero balance, las facciones destacadas en ella por la fantasía popular pueden resumirse en pocas pinceladas:
Teresa tiene un especial y original sentido de Dios;
Igualmente, posee un singular sentido del humor;
Teresa es sumamente realista y tiene su modo de afrontar la vida;
Confrontada con fray Juan de la Cruz, ella sale ganando en simpatía y en su sentido de la realidad cotidiana.
- Teresa aprende a escribir
- Primeros escritos de Teresa
- El problema de la redacción
- El problema del estilo
- Mandantes y destinatarios de los escritos teresianos
- El escollo de la censura y los censores
- Los autógrafos teresianos
- Seudoautógrafos y escritos espúrios
- La leyenda teresiana
- El 'Corpus Scriptorum' de Teresa