3. Ms. 12.763 de la Biblioteca Nacional de Madrid.
3.—REMEDIO PARA PERSECUCIONES E INJURIAS3
Considerar que primero la hacen a Dios que a mí; porque cuando llega a mí el golpe, ya está dado a esta Majestad por el pecado.
Y también, que el verdadero amador ya ha de tener hecho concierto con su Esposo de ser del todo suyo, y no querer nada de sí, pues si Él lo sufre, ¿por qué no lo sufriremos nosotros? El sentimiento había de ser por la ofensa de Su Majestad, pues a nosotros no nos toca en el alma, sino en esta tierra de este cuerpo, que tan merecido tiene el padecer.
Morir y padecer, han de ser nuestros deseos.
No es ninguno tentado más de lo que puede sufrir.
No se hace cosa sin la voluntad de Dios. Padre mío, carro sois de Israel, y guía de él, dijo Eliseo a Elías.