Carta 168

1. Jesús. — La gracia del Espíritu Santo sea con vuestra merced. Esta carta me escribió el señor Ahumada¹; envíola a vuestra merced para que vea lo que ahí le suplica, porque no se descuide de hacerlo con tiempo, y porque si a vuestra merced, con la pena que trae, se le olvidare, dígalo luego a la señora doña Magdalena²para que tenga cuidado, que sería recia cosa si alquilase la casa no la habiendo menester, o la dejase teniendo necesidad de ella. Déle muchas encomiendas mías, que me haga saber cómo está también.

2. Paréceme que quiso nuestro Señor llevar aquel angelito³con su madre al cielo. Sea por todo bendito, que según me dijeron, estaba enfermita. Harta merced nos hizo Dios a todos, y a vuestra merced se la hace en tener allá tantos que le ayudan para los trabajos que en esta vida hay. Plega a Su Majestad guardar a doña Catalina; y a vuestra merced tenga siempre de su mano, amén.

Indigna sierva de vuestra merced,

Teresa de Jesús.