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Carta 230

Teresa de Ávila

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16 febrero 1578 (Avila)
Al padre Jerónimo Gracián

Está manca del brazo izquierdo desde hace casi dos meses. El invierno sigue gélido, pero ella dispone de una «piececilla» caliente en la enfermería. Escribe de propia mano, y largo: «no sé acabar cuando le escribo» (12). Asunto central de la carta, el padre Gaspar de Salazar y su proyectado paso de la Compañía a la Reforma teresiana. (Para mejor inteligencia del texto, véase la introducción a la carta 228, y su complemento en las cartas 231, 6-13; 193; 229; 249). — Intenso cruce de cartas: remite a Gracián la del padre Suárez a ella y su respuesta; la de Salazar a ella y su respuesta; hace además el resumen de la anterior carta a Gracián, del carteo con Ardapilla (=Padilla) y de la conversación con el rector jesuita de San Gil de Avila: las tres en torno al caso de Salazar. En conjunto se propone ofrecer una información objetiva, junto con su apreciación personal del suceso, para que Gracián decida con conocimiento de causa. — Usa del cifrario convenido con Gracián.

1. Jesús. — La gracia del Espíritu Santo sea con vuestra merced, mi padre, y le dé salud esta cuaresma para lo que tengo delante que ha de trabajar. Pienso si ha de ser de lugar en lugar. Por amor de Dios que mire no caiga en esos caminos, que después que tengo este brazo así, me da esto más cuidado. Todavía está hinchado y la mano, y con un socrocio que parece de arnés, y así me aprovecho poco de él1.
2. Hace ahora acá muchos hielos, lo que no ha hecho si no fue al principio del invierno, sino tan buen tiempo que harto más frío hacia en Toledo, al menos para mí. No sé si lo hace que la puerta que vuestra paternidad dejó dicho se hiciese en la piececilla que estaba cabe la que dijo fuese enfermería, se hizo y ha quedado como una estufa. En fin, me ha ido en este caso de frío en extremo bien. Siempre acierta vuestra paternidad en mandar. Plega al Señor que así acierte yo en obedecerle. Deseo tengo de saber si ha ido adelante la mejoría del padre fray Antonio de Jesús y qué se hace el padre Mariano que tan olvidada me tiene. Déle vuestra paternidad mis encomiendas al padre fray Bartolomé 2.
3. Ahí envío a vuestra paternidad una carta que me escribió el provincial de la Compañía sobre el negocio de Carrillo, que me disgustó tanto que quisiera responderle peor de lo que le respondí3. Porque sé que le habían dicho que yo no había sido en esta mudanza4, como es verdad,
Ver manuscrito
que cuando lo supe me dio harta pena, como a vuestra paternidad escribí, y con gran deseo de que no fuese adelante, le escribí una carta cuan encarecidamente pude, como en ésa que respondo al provincial se lo juro; que están de suerte que me pareció, si no era con tanto encarecimiento, no lo creerían. E importa mucho lo crean por eso de las «desvelaciones», que dice5, no piensen que por esa vía le he persuadido, pues es tan gran mentira. Mas yo digo a vuestra paternidad que tengo tan poco miedo a sus fieros, que yo me espanto de la libertad que me da Dios, y así dije al rector6que, en cosa que entendiese se había de servir, que toda la Compañía ni todo el mundo sería parte para que yo dejase de llevarlo adelante, y que en este negocio yo no había sido ninguna ni tampoco lo sería7en que lo dejase.
4.Rogóme8que aunque esto no hiciese, le escribiese una carta en que le dijese lo que en ésa le digo, de que no lo puede hacer sin quedar descomulgado.
5.Yo le dije si sabía él estos breves9. Dijo: mejor que yo. Dije: pues yo estoy cierta de él que no hará cosa en que entienda es ofensa de Dios. Dijo que todavía que por la mucha afición se podría engañar y arrojarse. Y así le escribí una carta por la vía que él me escribe ésa.
6.Mire vuestra paternidad qué sencillez, que por indicios he entendido claro que la vieron, aunque no se lo di a entender. Y díjele en ella que no se fiase de hermanos, que hermanos eran los de José (porque sé que habían de verla); porque sus mismos amigos le
Ver manuscrito
deben haber descubierto, y no me espanto, porque lo sienten mucho en demasía. Deben temer no se haga principio.
7.Yo le dije si no había algunos de ellos descalzos. Dijo que sí, franciscos; mas que los echaron ellos primero y después les dieron licencia. Dije que eso podrían ahora hacer. Mas no están en eso ni yo en decirle que no lo haga, sino avisarle como hago en esa carta y dejarlo a Dios, que si es obra suya ellos lo querrán. Que de otra suerte (como ahí le digo), helo preguntado y cierto no se debe poder hacer; porque ésos10se deben llegar al derecho común, como otro legista que me persuadía a mí cuando la fundación de Pastrana, que podía tomar la agustina11, y engañábase. Pues dar el Papa licencia, no lo creo, que le tendrán tomados los puertos. Vuestra paternidad también se informe y le avise, que me daría mucha pena si hiciese alguna ofensa de Dios. Bien creo, entendiéndolo, no lo hará.
8.Harto cuidado me da, porque quedarse entre ellos12después que saben la gana que tiene de estotro, no tendrá el crédito que suele; quedar acá, si no es pudiéndose hacer muy bien, no se sufre; y póneseme delante lo que debemos siempre a la Compañía, que el hacernos daño no entiendo los dejará Dios para eso. No le recibir pudiendo, por miedo de ellos, hácesele mala obra y págase mal su voluntad. Dios lo encamine, que El lo guiará; aunque miedo tengo no le hayan movido esas cosas de oración que dice, que les da demasiado crédito. Hartas veces se lo he dicho y no basta.
9.También me da pena que esas de Beas le deben haber
Ver manuscrito
dicho algo de eso, según la gana mostraba Catalina de Jesús13. El bien de todo es que él, cierto, es siervo de Dios, y si se engaña es pensando que El lo quiere, y Su Majestad mirará por él. Mas en ruido nos ha metido; y a no entender yo lo que escribí a vuestra paternidad de José14, crea que hubiera puesto todo mi poder en estorbarlo. Mas, aunque no creo tanto como él estas cosas, háceme gran contradicción estorbarlo: ¿qué sé si se estorba algún gran bien de aquel alma? Porque crea vuestra paternidad que, a mi parecer, no lleva el espíritu de adonde está15; siempre me ha parecido.
10.Entre este negocio me escribió Ardapilla16que procurase escribiesen a Joanes los cuervos diciéndole mandase venir aquí a conocer de esta causa. Yo me holgara harto si no fuera por mi mano; mas representáronseme muchos inconvenientes, y así me disculpé lo mejor que pude. Ya veo lo hacía por hacernos bien; mas crea vuestra paternidad que, si no viene de raíz, que no están las cosas para remediarse de otra suerte, si no es por las manos de Pablo. Hágalo el Señor, que harto lo deseo, y me da cuidado ver que soy el estropiezo por donde todos padecen; que, como he dicho algunas veces, como a Jonás, quizá sería remedio me echasen en la mar para que cesase la tormenta, que quizás es por mis pecados.
11.La priora de Sevilla17me escribe que suplique a vuestra paternidad les dé licencia para tomar otra hermana de la portuguesa Blanca18, y no tiene edad cumplida y debe faltarle harto. Si la tuviera, era bien para ayuda a descargar el censo de la casa, que aun no me acuerdo qué tanto deben. Si cuando paga
Ver manuscrito
ren estotro dote (si ésa entrase), les quisiesen prestar lo que han de dar a esotra, o quedar de pagar el censo que montase, por alimentos, no sería malo; porque no acaban de decir lo mucho que deben a esa portuguesa. Vuestra paternidad lo verá y hará lo que mejor le pareciere.
12.Yo no sé acabar cuando le escribo. Mi hermano19me dice siempre dé recaudos suyos a vuestra paternidad. Tómelos ahora juntos y de todas las hermanas. Nuestro Señor guarde a vuestra paternidad y le traiga por acá presto, que es harto menester para mí y para otras cosas. No digo que hay ninguna que vuestra paternidad no sepa. Doña Guiomar20anda mala; poco viene acá, que aquel humor toda la desbarata.
13.Lo más aprisa que vuestra paternidad pudiere envíe esa carta al padre Salazar por vía del prior21de Granada, que se la dé a solas, y encárguelo mucho; porque temo no me torne a escribir por la Compañía a mí o a alguna de estas hermanas, y sus cifras vienen bien claras. Ya por la vía de la Corte, con encomendarla mucho a Roque22y poner buen porte y que la dé al mismo arriero, irá segura. Mire, mi padre, no se descuide, que conviene enviársela23y para que no haga alguna cosa —si ya no la ha hecho— y vuestra paternidad se vaya deteniendo en dar la licencia, a mi parecer, porque todo es para más bien suyo. Désele Dios a vuestra reverencia, mi padre, como yo deseo, amén.
Es primero domingo de Cuaresma.
14.Esa carta del padre provincial24y la respuesta podrá hacer al caso alguna vez. No las rompa, si le parece.
Indigna sierva e hija de vuestra paternidad,
Teresa de Jesús.

1. Cayó la noche de Navidad (24.12.77) y se dislocó el brazo izquierdo. Hasta mayo no vendrá la curandera a colocárselo. — Socrocio: emplasto.
2. Los tres mencionados: Antonio de Jesús (Heredia), enfermo en Sevilla; Mariano de San Benito, en Madrid; Bartolomé de Jesús, secretario de Gracián.
3. Provincial jesuita, Juan Suárez. Carrillo (en cifra), Gaspar de Salazar jesuita residente en Granada. Le respondí: es la carta 228.
4. Mudanza: el propósito de Gaspar de Salazar de cambiar de orden religiosa. — Escribí (a Gracián): carta perdida. También perdida la que sigue, a Salazar.
5. Desvelaciones que dice el padre Suárez: éste reprochaba a la Santa el uso de sus pretendidas revelaciones para persuadir a Salazar a dar el paso. (Cf. c. 228).
6. Gonzalo Dávila, Rector de San Gil (Avila): había sido el portador de la carta del provincial Suárez (cf. c. 229 a él).
7. Ni sería parte: no intervendría, ni persuadiendo ni disuadiendo a Salazar (7).
8. Rogóme: el rector Dávila. — Lo que en ésa le digo: envía a Gracián copia de la carta que ella ha escrito a Salazar (n. 7).
9. Breves pontificios que conminan la excomunión del n. 4: Bula Licet Debitum de Paulo III (1549).
10. Esos: los que opinan (o aconsejan a Salazar) que puede cambiar de orden religiosa.
11. Agustina Catalina Machuca: protegida de la Princesa de Eboli que quiso imponer su aceptación en el carmelo de Pastrana, sin lograrlo de la Santa.
12. Quedarse entre ellos...: entre los jesuitas. Quedarse acá: entre los carmelitas.
13. Es una de las fundadoras de Beas (Catalina Godínez), también propensa a lo extraordinario: vease el relato de Fund. 22, 4 y s.
14. Cristo.
15. De la Compañía.
16. Juan Calvo de Padilla, sacerdote muy entrometido en faenas de reforma de religiosos. — Sigue un pasaje cifrado y no fácil de interpretar: Joanes: Gracián (?). Cuervos: los jesuitas que intervienen en el caso Salazar. Pablo: Gracián. El duplicado Joanes-Pablo para designar a Gracián dificulta la interpretación.
17. María de San José (Salazar).
18. Blanca de Jesús (Freire). Su hermana María de San José profesó en el carmelo de Sevilla el 1.1.1583.
19. Lorenzo de Cepeda.
20. Guiomar de Ulloa, amiga y colaboradora de la Santa en la fundación de San José.
21. Francisco de Jesús.
22. Roque de Huerta, enlace epistolar de la Santa en Madrid.
23. Parece que Gracián optó por retener la carta de la Santa a Salazar (cf. c. 247, 2).
24. Provincial jesuita, Juan Suárez. Cartas aludidas en la nota 5.

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Santa Teresa de Jesús

Santa Teresa de Jesús nace en Ávila un 28 de marzo de 1515, siembra nuevos Carmelos por los caminos de España, vive una experiencia mística plena, que luego transmite en múltiples escritos y un nutrido epistolario. Doctrina y magisterio que avalará la Iglesia incluyéndola en el Catálogo de sus Santos y otorgándole, pro vez primera a una mujer, el título de Doctora.

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