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Carta 301

Teresa de Ávila

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24 de junio 1579 (Avila)
A la M. María de San José,

Sin carta de Sevilla «tanto tiempo». En vísperas de reponer en el priorato a madre María, ésta se resiste. — La Santa necesita ver claro el pasado episodio del carmelo sevillano: «es una historia... que me tiene espantada». Escribe de prisa, interrumpida por la visita de Doria, lista para salir «mañana» camino de Medina, Valladolid, Alba y Salamanca. Dictará un párrafo (n. 8) a la secretaria.

Para la madre María de San José, en el monasterio de Sevilla, de las carmelitas descalzas.
1. Jesús. — La gracia del Espíritu Santo sea con vuestra reverencia, hija mía. No sé cómo callan tanto tiempo, que por momentos querría saber cómo les va. Yo le digo que no callo yo por acá en lo que toca a esa casa.
2. Sepa que está aquí el padre Nicolao1, que ya es prior de Pastrana, que me vino a ver, con quien me he consolado muy mucho, y alabado a nuestro Señor de que nos haya dado tal sujeto en la Orden y de tanta virtud. Parece que Su Majestad le tomó por medio para el remedio de esa casa, según lo que ha trabajado y le cuesta. Encomiéndenle mucho a nuestro Señor, que se lo deben.
3. Y vuestra reverencia, mi hija, déjese ahora de perfecciones bobas en no querer tornar a ser priora2. ¡Estamos todos deseándolo y procurándolo, y ella con niñerías, que no son otra cosa! Este no es negocio de vuestra reverencia sino de toda la Orden; porque para el servicio de Dios conviene tanto que ya lo deseo ver hecho y para la honra de esa casa y de nuestro padre Gracián. Y aunque vuestra reverencia no tuviera ninguna parte para este oficio, no convenía otra cosa, cuanto más que, a falta de hombres buenos...3, como dicen.
4. Si Dios nos hiciera esta merced, vuestra reverencia calle y obedezca; no hable palabra; mire que me enojará mucho. Basta lo dicho para que entendamos que no lo desea; y a la verdad, para quien lo ha probado no es menester decirlo para entender que es pesada cruz. Dios la ayudará, que ya la tempestad se ha acabado por ahora.
5. Mucho deseo saber si esas monjas se conocen4 o contradicen en algo —que me tienen fatigada por lo que toca a sus almas— y cómo están. Por caridad, de todo me avise largo, que con enviar a Roque de Huerta5 las cartas por la vía del arzobispo6, me las enviará
Ver manuscrito
adonde estuviere; que aquí escribirá la hermana Isabel de San Pablo7lo que en esto pasa, porque yo no tengo lugar.
6.A mi hija Blanca8dé muchas encomiendas, que en gran manera me tiene contenta y muy obligada su padre y su madre de lo mucho que han puesto en lo que a vuestra reverencia toca. Agradézcaselo de mi parte. Yo le digo que es una historia lo que ha pasado en esa casa, que me tiene espantada y con deseo de que me lo escriban todo con claridad y verdad; y ahora me digan cómo andan esas dos hermanas muy particularmente, que, como he dicho, me tienen con harto cuidado.
7.A todas dé muchas encomiendas mías; y a la madre vicaria9, tenga ésta por suya, y a la mi Gabriel10me encomiendo mucho. A la hermana San Francisco11, no acabo de entender cómo se ha habido en estos negocios.
8.Ya me llaman para el padre Nicolao12, y mañana me parto para Valladolid —que me ha enviado un mandamiento nuestro padre vicario general13para que luego vaya allá—, y de ahí a Salamanca. A Valladolid había poca necesidad, mas hánselo pedido la señora doña María y el obispo14. En Salamanca tienen harta, que están en aquella casa que es bien enferma y pasan mucho trabajo con el que la vendió; que la vida que les da y los desafíos que cada día les hace y lo que han pasado con él ha sido harto, y pasan cada día. Supliquen a nuestro Señor se compre buena y barata. Y Su Majestad me la guarde, hija mía,
Ver manuscrito
y me la deje ver antes que me muera.
Son hoy 24 de junio15.
9.Pártome mañana. Tengo tanta ocupación que no puedo escribir a esas mis hijas ni decir más. Háganme saber si recibieron una carta mía.
Indigna sierva de vuestra reverencia,
Teresa de Jesús.
Ver manuscrito

1. Nicolás Doria.
2. De momento el priorato de madre María estaba en proyecto. Será nombrada cuatro días después (28.6.1579) por el vicario general, Angel de Salazar (cf. MHCT, t. 2, pp. 97-98).
3. Repite el refrán: «a falta de hombres buenos, a mi marido hicieron alcalde».
4. Esas monjas: Beatriz de la Madre de Dios y Margarita de la Concepción (ver c. 294). Se conocen: reconocen lo hecho.
5. Guarda real de montes y amigo de la Santa, que le trasmite la correspondencia.
6. Arzobispo: probablemente el de Toledo, Gaspar de Quiroga.
7. Isabel: le hace de secretaria desde que la Santa se fracturó el brazo (24.12.77).
8. Blanca de Jesús María. Sus padres: Enrique Freyre y Leonor Valera, bienhechores de la comunidad de Sevilla, que se han mantenido fieles a madre María.
9. Isabel de San Jerónimo.
10. Leonor de San Gabriel.
11. Isabel de San Francisco, expriora de Paterna. Alguien ha borrado en el autógrafo el resto de la frase.
12. Lo que sigue está dictado a la secretaria.
13. Vicario General desde el 1.4.1579 era el padre Angel de Salazar (cf. MHCT, t. 2, pp. 87 y 95).
14. María de Mendoza y su hermano don Alvaro de Mendoza, ahora obispo de Palencia.
15. El resto, autógrafo de la Santa.

S.281  E.280  Lf.242  A.I 60  T.243

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Santa Teresa de Jesús

Santa Teresa de Jesús nace en Ávila un 28 de marzo de 1515, siembra nuevos Carmelos por los caminos de España, vive una experiencia mística plena, que luego transmite en múltiples escritos y un nutrido epistolario. Doctrina y magisterio que avalará la Iglesia incluyéndola en el Catálogo de sus Santos y otorgándole, pro vez primera a una mujer, el título de Doctora.

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