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Carta 33

Teresa de Ávila

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    teresiano
27 mayo 1571 (Avila)
A Diego Ortiz

Diego Ortiz insiste pesadamente en su derecho a ciertas misas cantadas en la iglesia de las carmelitas de Toledo con participación de la comunidad. Sus cartas están repletas de razones y dureza de tono. — La Santa replica con suavidad. — Está en Avila por orden del provincial, A. de Salazar, que la ha alejado de Medina. Contenta con su nuevo superior, el visitador dominico Pedro Fernández. Bien de salud: «estoy sin calentura, gloria a Dios».

1. Jesús. — La gracia del Espíritu Santo sea con vuestra merced, amén. Háceme vuestra merced tanta merced y caridad con sus cartas, que aunque la pasada hubiera sido muy más rigurosa, quedaba bien pagada y obligada a servir de nuevo. Dice vuestra merced que me envió la que trajo el padre Mariano1 para que entendiese las razones que hay en lo que pide; y estoy desengañada de que vuestra merced las dice tan buenas y sabe tan bien encarecer lo que quiere, que las mías tendrán poca fuerza. Y así no pienso defenderme con razones, sino, como los que tienen mal pleito, ponerlo a voces, y darlas a vuestra merced con acordarle a que está más obligado siempre a favorecer a las hijas que son huérfanas y menores, que no a los capellanes. Pues, en fin, todo es de vuestra merced y tan suyo, y más el monasterio y las que están en él, que no los que, como vuestra merced dice, van con gana de acabar presto y no con más espíritu algunos de ellos 2.
2. Mucha merced me hace vuestra merced en tener por bien lo de las vísperas, que es cosa en que yo no lo puedo servir. En lo demás yo ya escribo a la madre priora3 para que lo haga como vuestra merced mandare, y le envío su carta. Quizá con dejarlo todo en sus manos y las del señor Alonso Alvarez4 granjearemos más. Allá se lo concierten entrambos. Beso a su merced las manos muchas veces. Harta pena me dio el saber el dolor de ijada que tuvo; acá lo ofrecimos al Señor, y así lo hago por vuestras mercedes y esos ángeles5. Dios los haga suyos y los guarde.
3. Una cosa me parece se les hace notable agravio y les será pesadumbre: el haber de decir antes de la misa mayor la misa6, cuando alguno hiciere fiesta; en especial si hay sermón, no sé cómo se ha de concertar. Importa poco a vuestras mercedes que ese día se haga la fiesta a la mayor7, y un poco antes se diga rezada la de la capellanía. Ello es pocos días. Haga vuestra merced algo contra lo que quiere, y hágame esta merced aunque sea día de fiesta, no siendo las que vuestras mercedes hacen. Miren que va en esto nada, y es hacerlas limosna y buena obra, y a mí mucha merced.
4. Después de ida la carta de nuestro padre general8, he advertido que no había para qué, porque es muy más firme cualquiera cosa que el padre visitador9 hiciere, porque es como hacerlo el Pontífice, que ningún general ni capítulo general lo puede deshacer. El es muy avisado y letrado, y gustará vuestra merced de tratar con él; y creo yo que este verano sin falta irá a visitar, y podráse hacer todo con toda firmeza lo que vuestra merced mandare, y se lo suplicaré acá. En fin, todo lo que vuestra merced viere es mejor para más firme no saldré de ello, y de todo lo que yo pudiere servir a vuestra merced. Pésame a mí de no estar adonde pueda mostrar mi voluntad de más cerca. En las oraciones de la señora doña Francisca Ramírez 10me encomiendo mucho. Estoy ya sin calentura, gloria a Dios.
5. Bien puede vuestra merced escribirme lo que quisiere, que, como conozco la voluntad con que se dice, sólo si doy pena a vuestra merced me da pena; porque, cierto, yo no lo querría ni que se la den en esa casa. En lo demás ningún daño me hizo ni hará cosa que vuestra merced me diga. Déle nuestro Señor tanto bien espiritual como yo suplico a Su Majestad, y tenga a vuestra merced siempre de su mano.
Es hoy domingo después de la Ascensión.
Indigna sierva de vuestra merced,
Teresa de Jesús.

1. El carmelita descalzo Ambrosio Mariano de San Benito.
2. Lectura dudosa.?—?A Diego Ortiz le interesa que las cláusulas controvertidas (ver c. 28, 1-2) obliguen a las monjas, más que a los capellanes.
3. Priora de Toledo: Ana de los Angeles.
4. Alonso Alvarez Ramírez, otro de los fundadores del carmelo de Toledo.
5. Esos ángeles: los hijos de Diego Ortiz.
6. Decir antes de la misa mayor, la otra misa de fundación.
7. Se haga la fiesta (la solemnización con canto) en la misa mayor.
8. General de la Orden Juan Bautista Rubeo. Ya ha aprobado el concierto de fundación (ver BMC 5, 422).
9. Visitador apostólico: el dominico Pedro Fernández.
10. La esposa de Diego Ortiz.

S.26  E.31  Lf.24  A.II 66  T.416

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Santa Teresa de Jesús

Santa Teresa de Jesús nace en Ávila un 28 de marzo de 1515, siembra nuevos Carmelos por los caminos de España, vive una experiencia mística plena, que luego transmite en múltiples escritos y un nutrido epistolario. Doctrina y magisterio que avalará la Iglesia incluyéndola en el Catálogo de sus Santos y otorgándole, pro vez primera a una mujer, el título de Doctora.

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