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Carta 347

Teresa de Ávila

Website "muy peculiar" del mundo teresiano

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    teresiano
4 de julio 1580 (Segovia)
A la M. María de San José,

Ha muerto en Avila su hermano Lorenzo. Lo comunica, serena, a madre María y a las carmelitas de Sevilla, tan amadas de él. — De Sevilla ha recibido (el 28.6) una carta muy retrasada (del 15.5) de madre María; otra del jesuita Rodrigo Alvarez, más noticias de la comunidad y rumores sobre un fallido alzamiento de los moriscos de la ciudad. — Ella: «estoy ya buena del mal que he tenido». «Nunca me acabo de morir». Sigue preocupada por la casa de Salamanca. Lista para el viaje a Avila, que emprenderá «pasado mañana», camino de la fundación de Palencia. En Segovia ha estado con Gracián y el Vicario General, Angel de Salazar, esperando que llegase por momentos el breve pontificio para la erección de provincia de los descalzos. — Son cinco páginas, todas de su mano.

Para la madre priora de San José del Carmen, en Sevilla.
1. Jesús. — Sea con vuestra reverencia, madre mía, el Espíritu Santo. Paréceme no quiere nuestro Señor pase mucho tiempo sin que yo tenga en qué padecer.
2. Sepa que ha sido servido llevar consigo a su buen amigo y servidor Lorencio de Cepeda1. Diole un flujo de sangre tan apresuradamente que le ahogó, que no duró seis horas. Había comulgado dos días había y murió con sentido, encomendándose a nuestro Señor.
3. Yo espero en su misericordia se fue a gozar de El porque estaba ya de suerte que, si no era tratar en cosas de su servicio, todo le cansaba, y por esto holgaba de estarse en aquella su heredad que era una legua de Avila2, que decía andaba corrido de andar en cumplimientos. Su oración era ordinaria, porque siempre andaba en la presencia de Dios, y Su Majestad le hacía tantas mercedes que algunas veces me espantaba. A penitencia tenía mucha inclinación y así hacía más de la que yo quisiera; porque todo lo comunicaba conmigo, que era cosa extraña el crédito de lo que yo le decía tenía, y procedía del mucho amor que me había cobrado. Yo se lo pago en holgarme que haya salido de vida tan miserable y que esté ya en seguridad. Y no es manera de decir, sino que me da gozo cuando en esto pienso. Sus hijos 3me han hecho lástima; mas por su padre pienso los hará Dios merced.
4. He dado a vuestra reverencia tanta cuenta porque sé que le ha de dar pena su muerte, y cierto se lo debía bien y todas esas mis hermanas, para que se consuelen. Es cosa extraña lo que él sintió
Ver manuscrito
sus trabajos y el amor que las tenía. Ahora es tiempo de pagárselo en encomendarle a nuestro Señor, a condición que si su alma no lo hubiere menester (como yo creo que no lo ha, según nuestra fe lo puedo pensar), que se vaya lo que hicieren por las almas que tuvieren más necesidad, por que se aprovechen de ello.
5.Sepa que poco antes que muriese me había escrito una carta aquí a San José de Segovia, que es adonde ahora estoy (que es once leguas de Avila), en que me decía cosas que no parecía sino que sabia lo poco que había de vivir, que me ha espantado4.
6.Paréceme, mi hija, que todo se pasa tan presto que más habíamos de traer el pensamiento en cómo morir que no en cómo vivir. Plega a Dios, ya que me quedo acá, sea para servirle en algo, que cuatro años le llevaba5y nunca me acabo de morir, antes estoy ya buena del mal que he tenido6, aunque con los achaques ordinarios, en especial el de la cabeza.
7.A mi padre fray Gregorio7, que haya ésta por suya y se acuerde de mi hermano (que harto había sentido los trabajos de la Orden), y que ya yo veo el que su reverencia debe tener con ese oficio; mas que tenga paciencia, y vuestra reverencia lo mismo, que cada día esperamos el despacho de Roma8y ándase entreteniendo nuestro padre9por acá, porque conviene no estar ausente. Bueno está, gloria a Dios. Aquí ha estado visitando con el padre vicario fray Angel10esta casa, y tornará pasado mañana a irse conmigo a Avila. No sé lo que será necesario estar allí para ver cómo queda lo que se ha de dar a Teresa11, que ha perdido la pobre harto en su padre —que la quería muy mucho—, y la casa lo mismo. Dios lo remedie.
8.Sepa
Ver manuscrito
vuestra reverencia que las libranzas12que había dado para pagar los cuatrocientos ducados, es no dar nada; porque la de Toledo al menos no se pagará tan presto, y aun plega a Dios se pague. Allá lo dejé encomendado. Lo de Valladolid, ahora escribiré al padre Nicolao me envíe los recaudos, porque en acabando en Avila pienso me mandarán ir allá a la fundación de Palencia13—que aun desde aquí había ahora de ir—, y veré si se puede hacer algo. Mas ahora darán más prisa a cobrarlo el que fuere curador. Vuestra reverencia mire cómo se ha de pagar; y si una buena monja se le ofreciere, no sería malo tomarla para esto y para la ayuda que vuestra reverencia hace a los negocios de Roma14.
9.Dios lo remedie todo, que yo miedo tenía que el santo prior de las Cuevas había de hacer mucha falta. Con todo me huelgo de que le han dejado descansar15. Vuestra reverencia se lo envíe a decir de mi parte, con mis encomiendas y un gran recaudo; y a mi padre Rodrigo Alvarez16lo mismo, y que a buen tiempo vino su carta —que venía toda del bien que eran los trabajos—, y que me parece que ya hace Dios milagros por su merced en vida, que qué será en muerte.
10.Por tal tendría yo el de esa pobrecita17, si fuese tan de veras su conocimiento como vuestra reverencia dice. Lo que les parece muy bien de que condena a Garciálvarez18, me parece a mí muy mal y creería yo poco lo que me dijese de él, porque le tengo por de buena conciencia y siempre he creído que ella le traía tonto. Aunque no sea como deseamos, me he holgado harto. Grandes oraciones se han hecho por acá por ella; quizá el Señor ha habido misericordia. Yo he estado bien penada, después que vi los papeles19, cómo la deja
Ver manuscrito
ban comulgar. Yo le digo, madre, que no es razón se queden sin castigo cosas semejantes, y que la cárcel perpetua que ella dice que estaba ya determinado por acá, que era bien que no saliese de ella.
11.Vino su carta de vuestra reverencia a mis manos tan tarde, que en este caso no creo vendrá a sazón, porque no sé cuándo irá ésta. La de vuestra reverencia me dieron la víspera de San Pedro y era la hecha en mayo, creo que a quince, y así no sé qué me diga. Mas aguardar a que el padre Gracián vaya para eso, era un desatino, que lo mejor es que antes tenga dicho y desdicho todo lo que ha mentido, que no parezca que él la persuadió a ello20. Yo me espanto no caer vuestra reverencia en esto.
12.Para si ésa ha levantado cosas que en algún tiempo puedan hacer daño, es menester que mi padre Rodrigo Alvarez vea lo que se ha de hacer y que firmado de su nombre ésa se desdiga. Plega a Dios, mi hija, que ello sea de suerte que satisfaga a Dios y esa alma no se pierda. Su Majestad consuele a ese pobre de Pablo21. Buen hombre debe ser, pues Dios le da tantos trabajos.
13.¿Piensa que es poco tener casa adonde puedan ver esas galeras? Por acá las tienen envidia, que es gran calidad para alabar a nuestro Señor. Yo le digo que, si se ven sin ella, que ellas la echen menos22.
14.Ahora me han dicho que los moriscos de ese lugar de Sevilla concertaban alzarse con ella. Buen camino llevaban para ser mártires. Sepan lo cierto de esto y escríbanoslo la madre supriora23.
15.Holgádome he de su salud y dado pena la poca que vuestra reverencia trae. Por amor de Dios vuestra reverencia se mire mucho. Dicen que es bueno para eso de la orina, cogidos unos escaramojos cuando están maduros y secos y hechos polvos, y tomar cantidad de medio real a las mañanas. Pregúntelo a un médico. Y no esté tanto sin escribirme, por caridad.
16.A todas las hermanas me encomiendo mucho y a San Francisco24. Las de acá y la madre priora25se les encomiendan. Linda cosa les parece estar entre esas ban
Ver manuscrito
deras y baraúndas, si se saben aprovechar y sacar espíritu de tantas novedades como ahí deben de oír, que han bien menester andar con harta advertencia para no se distraer. Gran gana tengo de que sean muy santas. Mas ¡qué sería si se hace lo de Portugal!26; que me escribe don Teutonio, el arzobispo de Evora, que no hay más de cuarenta leguas desde ahí allá. Por cierto, para mí sería harto contento.
17.Sepa que, ya que vivo, deseo hacer algo en servicio de Dios; pues ha de ser ya poco, no lo gastar tan ociosamente como he hecho estos años, que todo ha sido padecer en lo interior y en lo demás no hay cosa que luzcan. Pidan a nuestro Señor que me dé fuerzas para emplearme algo en su servicio. Ya le he dicho que me dé ésta a mi padre fray Gregorio y la tenga por suya, que cierto le amo en el Señor y deseo verle. Murió mi hermano el domingo después de San Juan.
18.Téngame vuestra reverencia cuidado, por caridad. cuando venga el armada. Vuestra reverencia me tenga gran cuidado de procurar informarse de los que vienen de la Ciudad de los Reyes27si es vivo Diego López de Zúñiga28o muerto; y si fuere muerto, hacer que se dé un testimonio delante de escribano y enviármele muy a recaudo. Y si fuere posible, que haya dos o tres testigos (en fin, como pudieren); porque a ser muerto, luego compramos unas casas para las monjas de Salamanca —que estoy concertada con quien las hereda, muerto él—, que es la mayor lástima del mundo lo que padecen en la que están, que no sé cómo no son muertas. Es este caballero de Salamanca y ha muchos años que vive en la Ciudad de los Reyes, digo el Diego López de Zúñiga. Y también ha menester vuestra reverencia, si fuere vivo, avisarme de cuándo se va el armada para enviarle ciertos recaudos a este mismo. Mire que es negocio éste de mucha importancia, que es menester tomarlo con mucho cuidado. El había setenta y cinco años y más, y muy enfermo; de razón ya estará en el cielo.
19.Por la vía de Madrid me puede escribir y enviar las cartas a su madre del padre Gracián, doña Juana de Antisco. Yo procuraré tornarla a escribir presto. Plega a Dios ésta no se pierda.
Su Majestad me la guarde y haga lo que yo deseo.
Son hoy 4 de julio.
De vuestra reverencia sierva,
Teresa de Jesús.
Ver manuscrito

1. Murió en La Serna (Avila) el 26 de junio (ver n. 17).
2. La Serna.
3. Sus tres hijos son: Teresita (en San José de Avila), Francisco (en España) y Lorenzo (en Perú). Morirán respectivamente en 1610, 1617, 1627.
4. El 19 de junio (8 días antes de su muerte) le respondía ella: «Yo no sé de dónde se sabe que se ha de morir presto...» (ver c. 346, 1).
5. Lorenzo había nacido en 1519.
6. Ver c. 335, 2.
7. Gregorio Nacianceno: está en Los Remedios (Sevilla) con ese oficio: vicario interino de la comunidad, en ausencia de Gracián, elegido prior el 19 de febrero, pero retenido en Castilla en espera del «despacho» de Roma (ver nota 8).
8. Despacho de Roma: el breve de erección de provincia de los descalzos, ya concedido por Gregorio XIII (con data 22 de junio), pero aún desconocido en España.
9. Jerónimo Gracián.
10. Angel de Salazar, vicario general en Castilla.
11. Teresita, la hija de don Lorenzo de Cepeda. Lo que se le ha de dar: herencia.
12. Libranzas: son, los poderes para cobrar el dinero debido a Lorenzo (ver c. 335, 7).
13. Ver carta 335, 7.
14 Ayuda económica para quienes tramitan en Roma el despacho (nota 8).
15. Prior de la cartuja de Las Cuevas, Hernando de Pantoja. Descansar: ha cesado en el cargo.
16. Jesuita de Sevilla. La Santa deseó su colaboración para recuperar a la Hermana Beatriz de la Madre de Dios a la vida comunitaria. Ver c. 330, 7.
17. Esa pobrecita. Beatriz (nota 16).
18. Garciálvarez, exconfesor de la comunidad, que había apoyado malamente a Beatriz en sus tramoyas.
19. Los papeles: relato enviado desde Sevilla acerca de los sucesos del año anterior (ver c. 335, 4).
20. No parezca que Gracián la persuadió a desdecirse de las calumnias propaladas por Beatriz contra él mismo.
21. Ese pobre de Pablo: Pablo Matía, padre de la H. Bernarda de San José, muerta muy joven en el carmelo de Sevilla. (O bien alude a Gracián, bajo el pseudónimo de Pablo?).
22. Habla del proyecto de vender la casa de Sevilla y comprar otra nueva.
23. Supriora: Leonor de S. Gabriel.
24. Isabel de San Francisco.
25. Priora de Segovia: Isabel de Santo Domingo.
26. Proyecto de fundación en Evora (ver c. 319, 11).
27. Lima.
28. Era dueño de las casas que ahora quiere adquirir la Santa para la comunidad de Salamanca.

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Santa Teresa de Jesús

Santa Teresa de Jesús nace en Ávila un 28 de marzo de 1515, siembra nuevos Carmelos por los caminos de España, vive una experiencia mística plena, que luego transmite en múltiples escritos y un nutrido epistolario. Doctrina y magisterio que avalará la Iglesia incluyéndola en el Catálogo de sus Santos y otorgándole, pro vez primera a una mujer, el título de Doctora.

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