Carta 423

Teresa de Ávila

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1 diciembre 1581 (Avila)
Al padre Jerónimo Gracián

Un descalzo viaja de Avila a Salamanca y la Santa le entrega los dineros de Antonio Ruiz para Gracián, enfrascado en la fundación salmantina. — «Yo ando razonable, aunque cansada».

1. Jesús. — Los ocho escudos que me dio Antonio Ruiz que enviase a vuestra reverencia, lleva el padre fray Ambrosio1. Yo le saqué dos por buenas razones; no pude más. Parece que me voy mostrando a pedir —cosa bien nueva para mí— y no me mortifico nada. Verdad es que como son a personas de la Orden, no hago mucho. Haga nuestro Señor a vuestra reverencia santísimo como yo le suplico, amén.
2. A la madre priora2 dé vuestra reverencia muchas encomiendas. Si esos padres3han mucho frío en la casa que compran, ¿qué harán ellas? Su fe las salvará, que yo poca tengo, cierto, en lo que toca a esa casa.
Es primero de diciembre.
3. Hágame saber cómo está de los pies, que buen frío debe sufrir, pues ahora tiene frieras, que no es otra cosa ese mal. Yo ando razonable, aunque cansada.
4. Todas se encomiendan en las oraciones de vuestra reverencia; en especial Teresa4está harto contenta con su diurnal, y la otra con sus libros.
De vuestra reverencia sierva y súbdita e hija,
Teresa de Jesús.
Para nuestro padre fray Jerónimo Gracián de la Madre de Dios, provincial de los descalzos carmelitas, mi padre. Salamanca.

1. Antonio Ruiz, el buen amigo de Malagón (c. 421, nota 4). — Ambrosio de San Pedro ha coincidido con San Juan de la Cruz en Avila (c. 317, 2).
2. Priora de Salamanca, Ana de la Encarnación (Tapia).
3. Esos padres: los descalzos recién instalados en Salamanca, ellas: las carmelitas que no logran tener casa en condiciones.
4. Teresita, a quien Gracián ha enviado un libro de rezo coral (c. 426,

S.394  E.394  Lf.364  A.IV fragmento 49  T.174

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