1. Este edificio: la reforma. A ella alude cuanto precede. Es posible que sea eufemística la expresión «estando encomendando..., se me ofreció» y que en el fondo encubra una inspiración interior. (Compárese con igual expresión en Moradas I, 1, 1). De hecho ha servido de base a los falsarios para dar curso a una carta pseudoteresiana en que cuenta por menudo esa visión. Todavía la reproducen como oro molido las recientes biografías de Felipe II (cf. Luis F. y F. de Retana, España en tiempo de Felipe II, vol. II, Madrid 1966, pp. 689-690).
2. Entre calzados, es decir «vida carmelita». Había entrado en La Encarnación en noviembre de 1535.
3. ...esto está en manos de V. M...; V. M. mande se haga. Ingenua fe de la Santa en los poderes de Felipe II en materia de reforma. Para esas fechas ya era notoria la divergencia de miras entre el rey y el General de la Orden, Rubeo.
4. Jerónimo Gracián de la Madre de Dios. La Santa lo ha conocido recientemente en Beas (abril-mayo 1575). Aunque mozo: Gracián contaba entonces 30 años, cinco de sacerdocio y solos dos de profesión.
5. Sabemos por el relato de las Fundaciones (27, 6) que la Santa había escrito al Rey pidiéndole dispensara la fundación de Caravaca de la obediencia al Consejo de Ordenes: «hízome tanta merced el rey, que en escribiéndole yo, mandó que se diese (la licencia)». Se ha perdido esa carta de la Santa. Se conserva el despacho regio con data de junio 1575.
S.77 E.83 Lf.61 A.II 1 T.56