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Carta 98

Teresa de Ávila

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30 diciembre 1575 (Sevilla)
A la M. María Bautista

Han llegado dos cartas de María Bautista, y otras dos de don Alvaro de Mendoza y del P. Báñez. Las de aquélla, llenas de consejos: «yo le digo que me hace reír».—Pero en Sevilla «no estamos para coplas»: Gracián ha reanudado la visita de los carmelitas calzados, con fuerte resistencia de éstos; a ella le han notificado las decisiones del capítulo general de Piacenza, contrarias a su persona. — En Sevilla sigue bien de salud y de descanso (nn. 4 y 13), muy tranquila porque no se la agobia de veneración como en Castilla (n. 4).

1. Jesús sea con ella, hija mía, y le dé los años tan buenos y tantos como yo le suplico. Yo le digo que me hace reír, como dice que otro día dirá lo que le parece de algunas cosas. ¡A usadas que tiene consejos que dar! El postrer día de Pascua1 me dieron la carta que venía por Medina, y la otra con la de mi padre2, antes; no he tenido con quién responder. Holguéme mucho con ésta por saber de la señora doña María3, que, como me escribió el obispo4estaba con calentura, hame tenido con harto cuidado, y así todas la hemos mucho encomendado a Dios. Dígaselo, y un gran recaudo de mi parte. Sea bendito que la ha dado salud, y a su hija y a todas me encomiende.
2. La carta se escribió con más devoción que gana de cumplir5. Ya querría yo estar en disposición con él que fuese cumplimiento algo de lo que yo digo. Cosa extraña es que este otro nuestro padre6no me hace embarazo lo que le quiero más que si no fuese persona. En parte no sabe ahora que la escribo. Bueno está. ¡Oh, los trabajos que pasamos en estas sus reformas! No hay obedecer; tiénelos descomulgados. Hay otro alboroto, que le digo que me ha cabido harta más parte de pena que de contento después que está ya aquí; harto mejor estaba antes.
3. Si me dejaran, ya yo estuviera con vuestra reverencia, porque me notificaron el mandamiento del reverendísimo7, que es que escoja una casa adonde esté siempre y no funde más, que por el Concilio8 no puedo salir. Bien se entiende es enojo de mi venida aquí. Vi petición de los del paño9 pensando me hacer mucho mal; y esme tanto bien que aun pienso no lo he de ver. Yo querría escoger ésa10por algunas razones que no son para carta, si no es una, que es estar ahí mi padre y vuestra reverencia. No me ha dejado el padre visitador salir de aquí que por ahora manda más que nuestro reverendísimo; no sé en qué parará.
4. Para mí harto bien fuera no estar ahora en estas barahúndas de reformas; mas no quiere el Señor que me libre de trabajos semejantes, que son harto disgustados para mí. Dice nuestro padre que para el verano me iré. Para lo que toca a esta casa —digo a su fundación— ninguna cosa hace faltar yo de ella; para mi salud claro se ve ser mejor esta tierra, y aun en parte para mi descanso, por no haber memoria de la vanidad que allá les ha dado de mí 11; mas hay otras causas por donde creo será mejor hacer asiento por allá: estar más cerca de las casas, es la una. El Señor lo guíe, que no pienso tener parecer, que adonde mandaren estaré contenta.
5. Mi hermano12 vino, y harto malo; ya está sin calentura. No negoció nada, mas como lo que tenía aquí está ya seguro, bien tiene con qué pasar. Al verano ha de volver, que no era ahora tiempo. Está contentísimo con su hermana13 y con Juan de Ovalle (mas tal le regalan y contentan), y ellos mucho de él. No ha venido aquí sino un ratico, y así no le he dicho de esotro; mas creo que no haré más de decírselo y él hacerlo; porque para lo que han menester los niños14, un paje les viene ancho.
6. Mi hermano dice que, si acá viene, que su madre puede hacer cuenta que está con ella; y si él asienta y es virtuoso, estudiará con ellos en San Gil15y mejor estará que en otra parte. Y Juan de Ovalle (como dije que vuestra reverencia lo quería) dice tomará el negocio muy a cargo, que me reí; porque mi hermano, lo que imagina que yo quiero, le da gusto hacer; y así los tengo a ellos tan amistados con él, que espero en Dios han de ganar mucho, y él no pierde con ellos, porque tienen descanso.
7. Juan de Ovalle está extremado de bueno con él; los niños no acaban de loarlo. Dígolo porque no tendrá de quien deprender sino virtud ese niño16, si acaso viene —digo acá— cuando no estén en Avila por abril. Si yo pudiera remediarlo todo, harto me holgara por quitar a mi padre de cuidado, que para su condición me espanta cuán a pechos ha tomado eso, y débelo Dios de hacer, porque no tienen otro remedio.
Ver manuscrito
Harto me pesará si va a Toledo. No sé cómo quiere más estar allí que en Madrid; he miedo no se ha de hacer. Dios ordene lo que sea más para su servicio, que es lo que hace al caso. Por ella17me pesará, y aun quitarme ha harto la gana de estar en esa casa. Bien creo, como he dicho, me mandarán estar adonde haya más necesidad.
8.En lo que toca a su hermana, no hay que hablar hasta que nuestro padre vaya por allá, y cierto que tengo miedo que por quitarlos de costa no se la demos mayor; porque, criada toda su vida allí, no sé cómo se ha de hacer por acá, y, según he medio entendido, no se debe avenir bien con sus hermanas. Digo que debe de ir algo por sí; ¡no sea santidad de melancolía! En fin, se informará nuestro padre de todo, y hasta esto no hay que hablar en nada18.
9.Ya la habrán dado una carta mía en que le decía cómo envié priora de aquí para Caravaca19. La suya lo tomó con mucha alegría, y así me escribe la priora de Malagón20, adonde se quedó, que está contenta. Yo le digo que debe ser buena alma; ella me escribió deseaba saber de vuestra reverencia, y mucho dice lo que le debe y con harto amor habla en ella. Ya estará fundada la casa21antes de Navidad, a lo que entiendo; no he sabido nada.
10.Creo será bien no diga a mi padre nada del niño hasta que hable a mi hermano. Escríbame qué edad ha y si sabe leer y escribir, porque es menester que vaya con ellos al estudio. A la mi María de la Cruz22y a todas me encomiende mucho, y a Dorotea23Y ¿por qué no me dijo del capellán24cómo está? Consérvenle, que es un buen hombre. Y cómo le va de traza de cuarto, y si están bien así invierno y verano. A usadas que, aunque ella dice de la supriora25que no es más rendida. ¡Oh Jesús, cómo no nos conocemos! Su Majestad nos dé luz y me la guarde.
11.En las cosas de la Encarnación puede escribir a Isabel de la Cruz26, que harto más puedo ayudar desde acá que desde allá, y así lo hago; y
Ver manuscrito
espero en Dios, si da vida al papa y rey y nuncio y a nuestro padre27uno o dos años, que queda todo harto remediado. Cualquiera que falte quedamos perdidos, por estar nuestro reverendísimo cual está; aunque Dios lo remediaría por otra parte. Ahora le pienso escribir y servir más que antes, que le quiero mucho y se lo debo. Harto me pesa de ver lo que hace por malas informaciones. Todas se le encomiendan mucho.
12.No estamos para coplas. ¿Piensa que anda así la cosa? Encomienden mucho a nuestro padre a Dios, que hoy ha dicho una persona grave al arzobispo28que quizá le matarán. Están que es lástima, y mayor es si viese las ofensas de Dios que pasan en este lugar de monjas y frailes. Su Majestad lo remedie y a mí me libre de verme con ninguna, que ahí no sé...29visitar nuestro padre, que es lástima... peor sería que en la Encarnación. Mas si se ha de servir algo Dios, poco es mi vida; muchas quisiera tener.
Es mañana víspera de año nuevo. De vuestra reverencia,
Teresa de Jesús.
13.Hace por acá un tiempo que ando a buscar lo frío de noche. Es para alabar al Señor. Al menos para mi salud es buena tierra, y con todo no la codicio.
La frailía30de mi hermano no fue adelante ni lo será.

1. El 27 de diciembre.
2. Domingo Báñez.
3. Doña María de Mendoza, hermana de don Alvaro (nota 4).
4. Obispo de Avila, don Alvaro de Mendoza.
5. Alusión probable a una carta de la misma Santa a Báñez.
6. Jerónimo Gracián. Ver la misma afirmación en la c. 88, nn. 10, 16. Gracián ha regresado ya a Sevilla, y ha reanudado con graves dificultades la visita de los carmelitas calzados.
7. Reverendísimo: el general de la Orden, Juan Bautista Rubeo. Alude a las decisiones del reciente capítulo general de Piacenza (mayo 1575) contra ella.
8. Concilio de Trento. Decreto sobre la clausura de las monjas.
9. Los carmelitas calzados.
10. Esa: esa casa de Valladolid, para residir.
11. Ver la c. 88, 12.
12. Lorenzo de Cepeda, que ha ido a Madrid a tramitar sus asuntos financieros etc.
13. Juana de Ahumada y su marido Juan de Ovalle.
14. Los niños: hijos de Lorenzo, Francisco y Lorenzo. Alude al paje que para ellos ha propuesto el padre Domingo Báñez.
15. Colegio de San Gil, de los jesuitas de Avila.
16. El paje (nota 14).
17. Ella: María Bautista, gran amiga de Báñez.
18. Es incierto a qué «hermana» se refiere.
19. Ana de San Alberto.?—?La suya: sería una monja procedente del carmelo de Valladolid (Jerónima de Jesús?).
20. Priora de Malagón: Brianda de San José.
21. La casa de Caravaca: llegaron las fundadoras el 18 de diciembre 1575. Inauguraron la fundación el 1 de enero siguiente. Ver Fund. 27, 7.
22. Es una de las cuatro primitivas de San José de Avila, ahora en Valladolid.
23. Dorotea de la Cruz.
24. Pedro Xalame o de Xarame.
25. Antonia del Espíritu Santo, otra de las cuatro primitivas de Avila.
26. Procedente de La Encarnación de Avila, había sido la primera priora de Valladolid (1568-71); de allí regresó a La Encarnación como supriora, llamada por la Santa al ser ésta nombrada priora del monasterio abulense (1571).
27. Los cuatro indispensables son: S. Pío V, Felipe II, Nicolás Ormaneto, Jerónimo Gracián.
28. Arzobispo de Sevilla, don Cristóbal de Rojas y Sandoval.
29. Texto mutilado.
30. Alude a algún intento de don Lorenzo de Cepeda por vestir el hábito de carmelita descalzo.

S.87  E.94  Lf.68  A.III 61  T.270

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Santa Teresa de Jesús

Santa Teresa de Jesús nace en Ávila un 28 de marzo de 1515, siembra nuevos Carmelos por los caminos de España, vive una experiencia mística plena, que luego transmite en múltiples escritos y un nutrido epistolario. Doctrina y magisterio que avalará la Iglesia incluyéndola en el Catálogo de sus Santos y otorgándole, pro vez primera a una mujer, el título de Doctora.

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