Carmelita descalzo. Había sido fraile jerónimo. Gran predicador. Pasó a los descalzos. Propenso a la depresión, en 1576 tuvo un intento fallido de regreso a los jerónimos. Lo comenta T: ‘De la (ida) del P. Antonio quizás nos hizo Dios merced, porque entiendo tenía melancolía, que con nuestras comidas viniera a mucho mal. Dios sea con él, que cierto más me parece falta de salud que de buen alma lo que tiene’ (carta al P. Roca: oct. 1576; cf carta a Gracián 5.10.1576, n. 6). Para esas fechas el P. Antonio era predicador en el convento de Almodóvar. En el Capítulo provincial de La Moraleja (15.11.1579) fue nombrado lector de moral en el mismo convento de Almodóvar (Regesta Rubei,p. 248). Sus sermones agradan a T.: ‘sus sermones me han contentado mucho, y él me parece buena cosa’ (carta a Gracián: 15.1.1580, n. 2). En el Capítulo de Alcalá (marzo 1581), es designado para dirigir la primera mesnada de misioneros destinados al Congo (MHCT 3. 14-15. 371). En la patente de Gracián se decía: ‘Lleve la superioridad (del grupo) para en lo que se ofresciere, el R. P. fray Antonio de la Madre de Dios’ (MHCT 3,15). Mientras se prepara en Lisboa para zarpar rumbo a Africa, le llegan unas palabras de despedida, de la Santa, entonces en Burgos (carta a Mariano: 18.3.1582, n. 6). El P. Antonio no llegó a destino. Naufragó en el Atlántico y murió con todos sus compañeros (1582).
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