Clérigo de Burgos. Provisor de la diócesis. De gran influencia en el arzobispo Cristóbal Vela. Parece haber sido él quien acrecentó las dificultades suscitadas por la fundación del Carmelo burgalés. Refiere la Santa: ‘concertados los fiadores, dijo el arzobispo se diese al Provisor, que luego se despacharía. El demonio no debía dejar de acudir a él. Después de muy mirado, que ya no pensamos que había en qué se detener y pasado casi un mes en acabar con el arzobispo se contentase con lo que se hacía, envíame el provisor una memoria y dice que la licencia no se dará hasta que tengamos casa propia, que ya no quería el arzobispo fundásemos en la que estábamos, que era húmeda…’ (F 31,25). Y poco más adelante: ‘No tenía tanta culpa el arzobispo, sino un provisor que nos hizo harta guerra, que si a la sazón no lo llevara Dios un camino, que quedó [el provisorato] en otro, nunca parece se acabara’ (F 31,42). Por esas fechas informaba la Santa al obispo de Palencia, don Alvaro: ‘Ya se hacen todas las diligencias que pide el provisor; casi ninguna falta. Todas son bien nuevas para mí. Han citado la primera parroquia, a ver si les venía perjuicio…’ (cta 441,1).
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