Preferimos reunir a continuación a todo el clan de los Padilla, aunque varíen sus apellidos familiares. Reservamos artículo aparte para la madre, María de Acuña. Desplazamos al final de la serie al licenciado Juan Calvo de Padilla por no pertenecer al grupo, aunque coincidente en el apellido. He aquí los nominativos:
1. Padilla, Casilda de, (=Casilda Juliana, de la Concepción)
2. Padilla y Manrique de Lara, Juan (padre de Casilda)
3. Padilla, Luisa de (hermana de Casilda)
4.Padilla, María de, dominica (hermana de Casilda)
5. Padilla, Antonio de, S.J. (hermano mayor de Casilda)
6 .Padilla y Manrique, Angela de (tía de Casilda)
7. Padilla y Manrique, Luisa de (tía de Casilda)
8. Padilla y Manrique, Isabel de (tía de Casilda)
9. Padilla, Pedro de (canónio de Toledo, tío de Casilda)
10. Padilla, Martín de (prometido de Casilda)
-Padilla, Juan Calvo de (‘el licenciado)
Padilla, Casilda de. Protagonista del episodio referido por T en los capítulos 10-11 de las Fundaciones. Vallisoletana, nacida hacia 1560. Hija del Adelantado Mayor de Castilla, Juan de Padilla, y de María de Acuña. Desposada con don Martín de Padilla, hermano de su difunto padre, a la edad de once años, para asegurar en ambos la herencia familiar de títulos y poderes. La Santa refiere su cambio de idea con ocasión de asistir a la toma de hábito de la hermana Estefanía de los Apóstoles en las carmelitas de Valladolid (abril de 1572: F 11,1). Poco después (8.12.1572: F 11,5), Casilda se fugó por primera vez de casa, para entrar en el Carmelo de la ciudad. Contaba sólo once años. No accedió a las súplicas de sus familiares, ni de asesores como Domingo Báñez, y hubo de salir por fuerza: ‘trajeron una provisión real para sacarla fuera del monasterio y que la pusiesen en libertad’ (ib). Ocurría esto el 28.12.72. Pero la niña se fugó de nuevo y, pese a sus pocos años, fue admitida al hábito. A la hora de dotarla, sus familiares, incluso su madre, regatearon con extraña tacañería. Intervino, también, en ese sentido su tío canónigo de Toledo, don Pedro. La Santa había escrito a la priora de Valladolid: ‘Las quiere Dios pobres honradas. Casilda… lo es y vale más que todos los dineros’ (cta 73,2). La joven profesó poco después con el nombre de Casilda Juliana de la Concepción (13.1.1577), tras obtener de Roma dispensa de edad (cta 145,2). En el Carmelo de Valladolid intimó con Estefanía de los Apóstoles, de origen modesto, y con la hermana de Gracián, María de san José. ‘Mi Casilda’, ‘mi querida Casilda’, ‘ese ángel’, ‘mi angelito’ (ctas 60,3; 71,2; 58,4; 145,2…), la llama cariñosamente la Santa, que sigue admirada de su talento y virtudes. Hasta que de improviso sobreviene la gran sorpresa. Casilda se presta al juego de sus familiares, que traen de Roma un breve pontificio en el cual se la designa abadesa del convento de San Bartolomé de franciscanas concepcionistas de la aldea de Santa Gadea del Cid (Burgos), que es señorío de la familia, concretamente de su frustrado esposo, Martín de Padilla y de su hermana Luisa. La cosa se ha tramitado tan en secreto, que sorprende de lleno a la Santa. Escribe enseguida ella a Gracián: ‘Hoy me trajeron esa carta de Valladolid, que de presto me dio sobresalto la novedad; mas luego he considerado que los juicios de Dios son grandes… No debe querer Su Majestad que nos honremos con señores de la tierra, sino con los pobrecitos, como eran los apóstoles’ (cta 408, 1-2: del 17.9.1981). Ya sabe T que también han sacado de las dominicas a la hermana de Casilda, para acompañar a ésta. ‘¡El me libre de estos señores que todo lo pueden y tienen extraños reveses!’ (ib). Piensa que en caso de querer ella ‘tornar a la orden [del Carmen], creo no nos estará bien’ (ib 3). Y todavía en posdata: ‘Lástima me hace la pobre Casilda… Dios sea con ella’. La joven será varios años abadesa intachable en Santa Gadea, desde 1581 hasta 1589. Este año, la comunidad de franciscanas se traslada al nuevo convento de Burgos (‘Las Luisas’), edificado por don Martín de Padilla y doña Luisa, la hermana de Casilda, y ésta última sigue de superiora hasta 1618, fecha de su muerte. Abadesa y franciscana, nunca perdió su antigua veneración por la Santa. Al instruirse en Burgos el proceso de beatificación de T, Casilda comparece ante el tribunal, 28.6.1610, y hace una cálida declaración. Abre su testimonio evocando recuerdos de infancia: que ella ‘tuvo tan estrecho trato con la dicha santa Madre que, siendo de pequeña edad, la abrigaba la santa Madre y dejaba adormecer en su regazo’ (BMC 20, 416). ‘Ha leído parte de la doctrina de los libros de la santa Madre Teresa de Jesús, especialmente el de su Vida, y un tratado de los Cantares, y otros…’ (ib). No quedan huellas de que, en Burgos, reanudase relaciones con el último Carmelo fundado por la Santa, donde residía, entre otras antiguas amigas, Catalina de la Asunción (hija de doña Catalina de Tolosa), con quien Casilda había convivido en el Carmelo de Valladolid. No se conservan cartas de T a ella, que ciertamente existieron. Pero la Santa no arrancó del Libro de las Fundacioneslas páginas dedicadas a Casilda y escritas bastante antes de que ésta abandonase el Carmelo vallisoletano.
Padilla y Manrique de Lara, Juan de.Padre de Casilda de Padilla. ‘Adelantado de Castilla’ (F 10, 8). Casado con ‘doña María de Acuña, hermana del conde de Buendía’ (ib). Al morir en las costas argelinas el 28.10.1563, dejó cuatro hijos: Antonio, Luis, María y Casilda . Era hermano de don Martín de Padilla, a quien intentaron desposar con Casilda (cf el relato de F 10-11). En casa de la madre de ambos residía temporalmente Casilda. Refiere T: ‘estando en casa de su abuela, que también era su suegra…’ (F 11,5).
Padilla, Luisa de (Luisa de la Cruz, ocd), 1558-1614. Vallisoletana. Hermana de Casilda de Padilla. Hija de Juan de Padilla Manrique (Adelantado Mayor de Castilla) y de María de Acuña. Al hacerse jesuita su hermano mayor, Antonio, ella, que es la mayor de las tres hijas, pasa a ser heredera. Pero inmediatamente renuncia. ‘Pues, como quedasen los estados en la hermana mayor, [ésta] hizo el caso de ellos que su hermano… Muy de buena gana, porque la dejasen libre de esta herencia, la renunció en su hermana [Casilda]…, que era de edad de diez u once años’ (F 10,13). Pero las cosas se complicaron seriamente al entrar Casilda en el Carmelo de Valladolid. Luisa no sólo tiene que hacerse cargo de los títulos y la herencia familiar, sino que, enamorada o no, se casa con el frustrado esposo de Casilda, don Martín de Padilla, matrimonio que tuvo siete hijos, la más famosa de todos la escritora homónima Luisa de Padilla, condesa de Aranda (cf Serrano y Sanz, 2,106-118). Los dos antecitados, Luisa y su esposo (condes de Santa Gadea y Buendía) promueven la fundación del convento de ‘las Luisas’ de Burgos, adonde se trasladan Casilda y su hermana María, franciscanas concepcionistas. Tras años de matrimonio, Luisa queda viuda en 1602, y a partir de ese momento decide ingresar en un Carmelo teresiano. En 1605 perdió a su hijo mayor, Juan (también Adelantado mayor de Castilla), trágicamente ahogado en el desastre de la Mahometa. En 1606, funda el Carmelo de Talavera de la Reina (Toledo), donde profesa con el nombre de Luisa de la Cruz. De ahí pasa a fundar en 1608 el Carmelo de Lerma (Burgos), del que es elegida priora en 1612 y donde tras una vida santa fallece en 1614. (Serrano y Sanz,T. 2, pp. 95-118).
Padilla, María de. Hija del mismo don Juan de P. y Manrique, y hermana de Casilda de Padilla. Ingresó dominica en el convento vallisoletano de Santa Catalina. Pero cuando sus familiares obtienen en 1581 licencia pontificia para que Casilda abandone el Carmelo de Valladolid, la obtienen también para María. Según T, fue la madre quien sacó del convento dominico ‘a la otra hija para llevarla consigo’ (cta 408,2: de 17.9.1581). Las dos hermanas se trasladan al monasterio de franciscanas de Santa Gadea del Cid (provincia de Burgos, cerca de Miranda), señorío de la familia, donde Casilda pasa a ser abadesa perpetua. Las dos se trasladarán, con toda la comunidad, a la ciudad de Burgos, convento franciscano de San Luis (popularmente conocido como ‘las Luisas’) y ahí terminará sus días María. A ella había aludido de soslayo la Santa en el relato de F 10-11.
Padilla, Antonio de, S.J. Hermano de Casilda de Padilla. Hijo de Juan de Padilla Manrique y de María de Acuña. Mencionado por T al relatar la vocación precoz de Casilda en el cap. 10 de Fundaciones. Antonio, como primogénito, era el heredero de los títulos honoríficos de la familia (Adelantado Mayor de Castilla, el padre; condesa de Buendía, la madre). Renunciando a ellos, ‘de edad de 17 años… poco más o menos’ (F 10, 10), ingresó en la Compañía de Jesús, en Medina del Campo, donde tuvo por maestro de novicios a Baltasar Alvarez. Cuenta la Santa: ‘El hijo, de poca edad, comenzó a entender lo que era el mundo y a llamarle Dios para entrar en religión, de suerte que no bastó nadie a estorbárselo’ (F 10,8). Profesó el 8.5.1572.Y murió en 1611.
Padilla y Manrique, Angela, Isabel, y Luisa de.Tías de Casilda, hermanas de su padre. No mencionadas en el relato de F 10-11. A una de ellas alude elogiosamente la Santa en cta 63,6: del 14.5.1574. cuando Casilda es aún novicia.
Padilla, Pedro de.Canónigo en la catedral de Toledo. Tío paterno de Casilda de Padilla. Interviene en el momento de establecer la dote de ésta, en vísperas ya de su profesión (finales de 1576). Se pone de parte de los familiares, para que Casilda renuncie a su legítima, cuando precisamente la Santa anda alcanzada de dineros. Escribe ella desde Malagón: ‘… anda mucha barahúnda para que renuncie la hermana Casilda. Don Pedro me ha escrito sobre ello. El doctor Velázquez, que es con quien me confieso, dice que no la puede torcer la voluntad. En fin, lo he dejado en la conciencia de don Pedro. No sé en qué parará…’ (cta 166, 5: del 18.12.1576). Ya antes, el mismo Velázquez le había asegurado que don Pedro ‘no tomaría sobre su conciencia’ semejante consejo (cta 164,2). Estaban de por medio otros intereses, a los que se rendía éste. ‘No sé qué me diga de este mundo, que en habiendo interés no hay santidad… Dios nos la dé [santidad], y a ellos sus dineros’ (ib 4).
Padilla, Martín de. Noble castellano. Célebre por el episodio rosa referido por T en los capítulos 10-11 de Fundaciones. Es hermano del Adelantado Mayor de Castilla, Juan de Padilla. Por tanto, tío de Casilda de Padilla, con quien celebra desposorio, a pesar de la niñez de ésta (once años), con miras a heredar los títulos y posesiones del difunto padre de ésta. El enredo y el desenlace del desposorio, los cuenta morosamente la Santa: F 10,8 – 11,1-11. El burlado don Martín fue más afortunado en su segundo intento: se casó con Luisa, hermana mayor de Casilda, y fue padre de numerosos hijos. Ayudó económicamente a ésta, ya abadesa franciscana en Santa Gadea del Cid y luego en Burgos. Había combatido en la batalla de Lepanto, a las órdenes del Marqués de Santa Cruz. Y más tarde en Lisboa contra Drake. En julio de 1587 obtiene el título de Conde de Santa Gadea. Y en 1596, el de ‘Capitán general de la armada del Mar Océano’. Siguió desempeñando altos cargos en la armada española, hasta que murió en 1602. Serrano y Sanz, 2, pp. 95-96. Padilla, Luisa de. Acuña, María de.